La noche del 5 de enero es una de las más esperadas por las niñas y los niños de muchos hogares en México. Todos aguardan con ilusión la llegada de los famosos Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar, quienes traen los anhelados obsequios. Esta emblemática tradición lleva consigo la costumbre de dejar un zapato una noche antes de su llegada, con la intención de que estos dejen regalos y dulces a los dueños del calzado. A continuación, te contamos cuál es el origen de esta costumbre que se realiza en cientos de hogares mexicanos. La tradición de dejar un zapato para que los Reyes Magos coloquen dulces o juguetes tiene su origen en una antigua leyenda. Se cuenta que dos amigos de Jesús, debido a su pobreza, no tenían más que un par de zapatos, los cuales lavaban y dejaban secar en el balcón para cuidarlos. Una noche, al despertar, encontraron sus zapatos llenos de regalos, pues los Reyes Magos habían pasado para recompensar su bondad. Otra historia relata que, dependiendo del tamaño del zapato, los Reyes Magos pueden identificar la edad de la persona que lo deja. De este modo, saben cuál sería el regalo más adecuado para ella. Entre otras versiones esta la de la cultura holandesa, que data de los siglos XV y XVI. Según esta tradición, las personas más pobres dejaban su zapato afuera de los templos para que los ricos colocaran en ellos dinero y obsequios. El 6 de diciembre, en Holanda, se celebra la Fiesta de San Nicolás. La noche anterior, la gente dejaba sus zapatos con la esperanza de que quienes asistieran a misa les dejaran algún tipo de caridad. Sin importar el origen de la costumbre de dejar un calzado, ya sea debajo del árbol de Navidad o en una ventana, esta tradición ha servido como motivación para que niñas y niños en cientos de hogares mexicanos mantengan un comportamiento positivo durante el año. Así, alimentan la ilusión de que, al hacerlo, los Reyes Magos cumplirán sus deseos y les obsequiarán aquello que más anhelan. * * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * * AS
