Mucho se habla de la temida falla de San Andrés, pues es una de las más grandes y conocidas del mundo. Por lo tanto, es importante informarse sobre ella para poder anticipar y prevenir los posibles riesgos en nuestro territorio mexicano. Una falla geológica es una grieta en la tierra que se ocasiona cuando los bloques de rocas se han movido. Este es un fenómeno que se presenta tras el movimiento de las placas tectónicas, el cual suele ser más fuerte que la resistencia del suelo rocoso. En este sentido, la falla de San Andrés es una cuarteadura terrestre que va desde el sur de los Estados Unidos hasta el norte de México, ocupando un total de 1300 kilómetros entre los territorios de California y Baja California. De ahí que su popularidad sea tan grande, pues representa el límite tectónico entre la placa Norteamericana y la placa del Pacífico. Una de las principales inquietudes a nivel mundial son los mega terremotos que podrían desencadenarse por el movimiento tectónico de las placas mencionadas, las cuales se desplazan lateralmente en direcciones opuestas, de manera horizontal.De esta manera, cuando la tensión se libera después de los desplazamientos terrestres, es posible que la energía derive en sismos aledaños a la ubicación de la falla. Estrictamente, la falla colinda únicamente con Baja California y Estados Unidos, por lo que, según expertos, el riesgo se reduce a un radio de 160 kilómetros alrededor de las regiones donde se ubica la grieta. Es decir, en las zonas de San Francisco, San José y Los Ángeles.Anteriormente, los sismos dentro de la falla han afectado de manera significativa al territorio mexicano. Un ejemplo es el terremoto de 7.2 en Mexicali, el cual aconteció en 2010 a raíz de una falla secundaria del sistema de San Andrés. Dicho desastre representó grandes peligros para la población y pérdidas importantes para sus respectivas viviendas. No obstante, el resto de México no se vería afectado por el movimiento tectónico de la falla, pues se encuentra muy lejos del sur del país vecino.Por este motivo, la mayoría de la población puede estar tranquila. Sin embargo, es fundamental mantener precauciones y estar preparados para saber cómo reaccionar y ayudar en caso de un desastre natural.CM
