El Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma, el periodo de cuarenta días donde la Iglesia invita a reflexionar sobre el misterio del sacrificio de Cristo con el objetivo de llegar a la Semana Santa con una mejor comprensión del hecho y una voluntad más fuerte para seguir sus enseñanzas.Contrario a lo que muchos pudieran creer, hoy no es día de precepto, es decir, no es obligatorio asistir a misa, sin embargo, participar en ella es una de las tradiciones más arraigadas entre los fieles católicos, tal vez por la particularidad de la imposición de cenizas. En ella, el sacerdote o incluso un laico encomendado, dibuja con cenizas una cruz en la frente de quien se le acerca con ese propósito y pronuncia alguna de las siguientes frases: "Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás" o "Arrepiéntete y cree en el evangelio"; ambas en alusión a la inevitabilidad de la muerte y a los mandatos de humildad y penitencia. Así como nuestra debilidad y la dependencia del sacrificio de Cristo para salvación de nuestras almas.Pero si faltar a la misa no contraviene los mandatos de la Iglesia, sí que hay otras reglas que son obligaciones de todos los católicos. En concreto dos: ayuno y abstinencia.El ayuno es obligatorio para las personas de entre 18 y 75 años, e implica tener sólo una comida completa al día. En tanto que las restantes, juntas, no deben formar una comida completa. Se recomienda que sea pan y agua.Si la persona tiene problemas de salud, puede ingerir tres comidas sobrias.Esta práctica es una forma de autoimponer disciplina sobre nuestras necesidades corporales, someter nuestras pasiones y ser dueños de nuestros actos.La abstinencia, por su parte, se refiere a voluntariamente no comer carne, y a ella están llamados como forma de penitencia y sacrificio todos los mayores de 14 años.En esta práctica se hace la distinción entre carnes de animales de tierra, que entran en la prohibición, y animales de mar, que están permitidos.Aunque estas son las únicas prohibiciones expresas para este día, las tradiciones y el sentido de la Cuaresma aconseja la oración y la caridad, así como evitar fiestas y mantener una actitud penitente y reflexiva.