El desayuno es la primera comida del día, y como tal, la ocasión para consumir los nutrientes que nos den energía y vitalidad para la jornada que arranca, pero no todos los alimentos son adecuados para ingerir en ayunas e incluso tener efectos adversos.La sensibilidad del sistema digestivo después del periodo de descanso y las propiedades de cada alimento deben ser tomadas en cuenta al momento de elegir el mejor desayuno; así, por ejemplo, los productos con azúcares añadidos tienen el inconveniente de que al ser ingeridos en ayunas elevan los niveles de azúcar en la sangre de manera más rápida y significativa; por otra parte, los alimentos cítricos también resultan más irritantes.Otros tipos de comida, como los vegetales verdes (espárragos, aguacate, col, lechuga, pepino) pueden causar inflamacion estomacal, y los productos con levadura industrial, incómodos gases cuando forman parte del desayuno.De esta manera, un alimento tan típico del desayuno como el jugo de naranja puede irritar la mucosa gástrica y generar acidez estomacal, reflujo y náuseas. Es mejor consumirlo en el almuerzo, y acompañado de otros alimentos que equilibren su pH.Otra fruta que es mejor evitar en el desayuno es la pera, pues su alto contenido de fibra cruda puede afectar la mucosa gástrica.Alimentos picantes o muy condimentados también aumentan la acidez y resultan irritantes en un estómago vacío.El pan dulce, otro producto característico de la primera comida del día, resulta una bomba de azúcares y grasas saturadas que causan un pico de azúcar en la sangre y después una caída abrupta que deja una sensación de cansancio. Además del impacto en el peso corporal.Los embutidos, por su parte, son alimentos con alto contenido en sodio y grasas que por la mañana resultan más difíciles de digerir, lo que puede derivar en somnolencia.Y el café, la gran estrella del desayuno, no está libre de riesgos. Su consumo tiene efectos similares a los mencionados para el jugo de naranja, por lo que se recomienda acompañarlo con leche para neutralizar su acidez. Con lo anterior en cuenta, resulta más sano, por ejemplo, cambiar el café por un té, principalmente el té negro, que también contiene cafeína y sus propiedades estimulantes.También los huevos cocidos, el yogurt con frutos secos o avena son alimentos adecuados que no presentan efectos negativos.Lo más importante es prestar atención a cómo te sientes después de cada desayuno. Si experimentas molestias digestivas, acidez o reflujo, analiza qué alimentos has consumido y busca alternativas más saludables. Recuerda que un desayuno equilibrado y nutritivo es la base para un día lleno de energía y bienestar.