¿Te ha pasado que después de unas cervezas o copas sientas una fuerte necesidad de comer? Hay una explicación científica detrás de ello. El vínculo entre el alcohol y el hambre es más complejo de lo que parece, no es un simple antojo.El alcohol es una sustancia que afecta los mecanismos bioquímicos del cerebro. Su consumo puede generar confusión en las hormonas que regulan el apetito, como la leptina y la grelina, por lo que es común que unas bebidas extra te produzcan una hambre más feroz de lo normal.Por esa misma razón, puede que el antojo se busque satisfacer con alimentos ricos en grasas y azúcares, debido a su alta capacidad de saciar. Esto y la falta de inhibición que produce cierto grado de alcoholización hace que las decisiones impulsivas en torno a los alimentos estén a la orden del bebedor.Si esta actividad es repetitiva puede provocar ciertos desequilibrios nutricionales, pues la mayoría de estos antojos suelen saciarse con alimentos con deficiencias nutritivas. Esto puede provocar enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.El vínculo entre el alcohol y el hambre es una realidad que puede afectar nuestra salud y bienestar. Comprender los mecanismos detrás de este fenómeno nos permite tomar decisiones más informadas y adoptar hábitos alimenticios más saludables.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de Whatsapp * * *OB