A veces da la impresión de que no importa desvelarnos para cumplir las obligaciones del trabajo o disfrutar de una noche de fiesta, pues a final de cuentas se puede aprovechar el fin de semana para reponer la energía y compensar al cuerpo que trabajó a marchas forzadas, ¿pero realmente funciona así? Para nuestro pesar, parece que no.La sensación de cansancio puede desaparecer después de un largo periodo de sueño, pero el daño causado por los desvelos, no. La falta de sueño puede aumentar los niveles de cortisol y adrenalina, lo que a su vez puede propiciar hipertensión arterial, cardiopatías, diabetes tipo 2 y accidentes cardiovasculares. Dormir sólo una o dos horas más de lo habitual durante los fines de semana aumenta las probabilidades de afectar la salud cardiovascular, según reportó la Asociación Americana del Corazón en un artículo de noviembre de 2017 "Dormir durante el fin de semana puede no ayudar al corazón". Por otra parte, dormir una hora menos de las siete que son el mínimo recomendado para adultos, es suficiente para afectar la agilidad mental y física durante la jornada. Incluso el organismo puede ralentizarse y combatir las infecciones de manera ineficiente.Este tipo de daños son acumulativos y no desaparecen por dormir 10 horas o más un domingo. Al contrario, los continuos desajustes alteran el ritmo circadiano —nuestra capacidad para adaptarnos a cada momento del día—, causando malestar general y los molestos efectos de insomnio cuando es hora de dormir, y somnolencia cuando es tiempo de despertar.Para tener una mejor calidad de sueño la la Asociación Americana del Corazón recomienda dormir entre siete y nueve horas cada noche, forjar una rutina para acostarse y levantarse a la misma hora todos los días y, por su puesto, no alterar ese patrón con desvelos en los días ordinarios y largos sueños los fines de semana.
