El veganismo lo conocemos como el régimen alimenticio basado en el consumo exclusivo de productos de origen vegetal, pero no solo se trata de alimentación, el veganismo se ha convertido en una doctrina que rechaza concebir a los animales como mercancías, ya sea para indumentaria, medicamentos, cosméticos, transporte, experimentación, ayuda en el trabajo o entretenimiento.Las personas suelen ponerse a la defensiva y se enojan por cosas que no entienden o que desafían sus creencias profundamente arraigadas. Sentirse ignorante sobre cualquier tema puede llevar a la vergüenza (si alguna vez has hecho alguna pregunta obvia y se han burlado, sabrás el sentimiento), esto puede provocar una reacción de ira o rabia. Es una reacción a una opinión que difiere de la norma social dominante. A nadie le gusta sentirse estúpido, sin educación o mal informado.Tener discusiones sobre el veganismo desafía el sistema de creencias dominante de que comer animales es normal, natural y necesario. Al crecer, nadie nos pregunta si queremos comer animales, qué sentimos al respecto o si creemos que está bien. De hecho, se nos alienta a no pensar en comer animales, por lo que cuando se nos pide que lo hagamos, puede ser una experiencia discordante y perturbadora.La mera mención del veganismo puede hacer que algunas personas instantáneamente se pongan a la defensiva e incluso agresivas. No tienes que tolerar que alguien sea grosero o agresivo contigo, eso funciona en ambos sentidos. Si te encuentras en una situación en la que te hacen sentir incómodo (de forma amenazante), tienes todo el derecho de decirles que dejen de hablarte.Discutir el veganismo es importante. Las personas son curiosas, tienen preguntas y tienen sus razones para ser veganos, vegetarianos o carnívoros. Abrir la discusión puede ser difícil y, a veces, acalorado y eso está bien. No se trata de "convertir a la gente", se trata de tener conversaciones comprometidas, informativas y, sobre todo, respetuosas con los demás. Ten en cuenta que algunas personas simplemente no quieren escuchar y continuarán gritándote o ahogándote con palabras y bromas sin sentido. Desafortunadamente, hay muchos que no están interesados en escuchar o aprender. Esa es su prerrogativa y es importante saber cuándo alejarse de estos encuentros. AD