El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones desafiantes, pero cuando se convierte en un compañero constante, puede afectar nuestra salud de múltiples maneras, incluyendo el aumento de peso. Aquí te presentamos algunas señales que pueden indicar que estás ganando peso debido al estrés.Una de las reacciones más comunes al estrés es el deseo de comer más. Muchas personas buscan consuelo en la comida, especialmente en alimentos altos en azúcar y grasas. Si notas que tu consumo de snacks o comidas poco saludables ha aumentado significativamente, podría ser una señal de que el estrés está influyendo en tus hábitos alimenticios.El estrés puede alterar tu apetito de maneras diferentes. Algunas personas pueden perder el interés por la comida, mientras que otras pueden sentir una necesidad compulsiva de comer. Si has experimentado cambios drásticos en tu apetito, esto puede ser un indicativo de que el estrés está afectando tu relación con la comida.El estrés provoca la liberación de cortisol, una hormona que, en niveles elevados, se asocia con el aumento de grasa abdominal. Si notas que tu cintura se está expandiendo sin cambios en tu dieta o ejercicio, el estrés podría ser un factor contribuyente.El estrés crónico puede llevar a la fatiga, lo que puede dificultar la actividad física. La falta de energía puede hacer que optes por alternativas sedentarias, lo que, a su vez, puede contribuir al aumento de peso. Si sientes que no tienes energía para hacer ejercicio, es importante considerar el papel del estrés en tu vida.El estrés puede interferir con el sueño, causando insomnio o un sueño de mala calidad. La falta de descanso adecuado puede afectar tus hormonas reguladoras del apetito, lo que a menudo resulta en un mayor deseo de comer. Si te despiertas sintiéndote cansado y sigues sintiendo hambre a lo largo del día, es posible que el estrés esté influyendo en tu peso.Cuando estás estresado, es común que las rutinas de ejercicio se vean afectadas. Tal vez solías ir al gimnasio regularmente, pero ahora te sientes demasiado abrumado para mantenerte activo. La reducción de la actividad física puede contribuir al aumento de peso.Durante períodos de estrés, es común buscar alimentos que ofrezcan consuelo, como dulces, comida rápida o snacks. Estos alimentos suelen ser altos en calorías y bajos en nutrientes, lo que puede llevar a un aumento de peso. Si te das cuenta de que eliges este tipo de comida más a menudo, es una señal clara de que el estrés podría estar influyendo en tus elecciones alimenticias.Si bien es normal experimentar fluctuaciones en el peso, especialmente durante períodos de estrés, es importante reconocer las señales que pueden indicar que el estrés está afectando tu salud. Si sientes que el estrés está influyendo en tu peso y bienestar, considera hablar con un profesional de la salud o un nutricionista. Aprender a manejar el estrés de manera efectiva puede ayudarte a restablecer un equilibrio saludable en tu vida.BB