Aunando tradición e innovación, las esferas artesanales del municipio mexicano de Chignahuapan son hoy un elemento fundamental para adornar los árboles de Navidad e iluminar los hogares y los locales comerciales de todo México e incluso del mundo.Con una tradición de más de un siglo de historia, en este pintoresco municipio ubicado en central el estado de Puebla cientos de familias trabajan a lo largo del año para tenerlo todo listo para las fiestas decembrinas, ya que esta época les brinda su principal sustento económico.Brillantes o mates, y de todos los colores, tamaños y formas, estas esferas van a gusto del consumidor y brindan alegría y júbilo.Las calles de este pueblo parecen ríos de gente a partir de la segunda quincena de noviembre, cuando los transeúntes abarrotan las calles para recorrer cientos de negocios donde se ofrecen diferentes productos.Estos van desde la esfera tradicional, redonda y de diversos colores, a las más decoradas o rellenas de algún material como paja, plumas u hojas de maíz.Las hay incluso más sorprendentes: como aquellas con forma de personajes de caricaturas (dibujos animados) o las que son como un globo aerostático con luz en su interior.En entrevista con Efe, Juana Solano Cruz, encargada de producción en el taller Esferas Campanita compartió que tiene 25 años dedicándose a la elaboración de esferas, sintiéndose orgullosa de llevar alegría a los hogares nacionales e internacionales con su trabajo."Es muy bonito saber que nuestras piezas se van muy lejos y que alegran los corazones de miles y miles de mexicanos y, por qué no, hasta de extranjeros. Y es satisfactorio decir 'esa pieza la hicimos nosotros y ya la vi en tal lado'. Una se queda con un sabor de boca excelente", agregó.Indicó que el taller siempre está innovando, y como ejemplo de ello destaca la esfera con forma de Virgen de Guadalupe, una edición limitada elaborada con hojas de oro y otros materiales que fue colocada en 2010 en el Vaticano.Para su fabricación de esta original pieza, los artesanos emplearon más de 14 horas, rememoró la artesana.Buscando la perfección, cada una de las piezas son elaboradas de manera manual, lo que hace las hace todavía más especiales para los compradores.El primer paso es el fundamental para que todo el trabajo salga bien, ya que los artesanos calientan a temperaturas de más de 360 grados varillas de vidrio especial que van manipulando e inflando con la boca para darles la figura deseada.Posteriormente se le da un color plateado a cada esfera, ya que son transparentes, para que con este proceso pueda mejorar la calidad de la pintura o de la decoración.El siguiente paso es aplicar la pintura, dando el color base para luego ser llevadas al área de decoración donde son pintadas con imágenes de muñecos de nieve, flores de Nochebuena y tantos otros motivos navideños.Como último paso son llevadas al área de terminados, en donde colocan del casquillo para que puedan ser colgadas. Alejandra, decoradora de esferas, aseguró a Efe que elaborar cada pieza le brinda emoción porque a pesar de dedicarse a esta actividad por más de 10 años le sigue emocionando plasmar sus ideas en los cristales."Cuando te gusta el trabajo, lo haces con emoción y sientes una satisfacción en poder hacerlo", relató.Mientras que Javier González Hernández, pintor de esferas, afirmó que para él su labor, más que un trabajo, es una afición, porque disfruta elaborando cada pieza y este oficio es hoy una parte importante de su vida. MS