La alimentación es uno de los aspectos más importantes en el cuidado de los perros, ya que influye directamente en su salud, energía y longevidad. Proporcionar una dieta adecuada no solo asegura que nuestro compañero peludo tenga una vida activa y feliz, sino que también previene problemas de salud a largo plazo.María Besteiros, Auxiliar técnico veterinario y peluquera canina y felina, manifiesta que al igual que existen alimentos recomendables, otros pueden resultar perjudiciales para los perros, aunque para las personas sean muy beneficiosos. Esto se debe a que somos especies muy diferentes. Un ejemplo de ello es el consumo de pipas.Las pipas de girasol son semillas ricas en nutrientes que pueden ser beneficiosas tanto para las personas como para los perros. En particular, las pipas de girasol destacan por su contenido en proteínas, hidratos de carbono, fibra, minerales como fósforo, selenio, hierro y magnesio y vitaminas como la E y las del grupo B.Además, las pipas de girasol contienen grasas saludables, especialmente ácidos grasos poliinsaturados como el ácido linoleico. Estos nutrientes pueden ser beneficiosos para los perros si se incorporan a su dieta en cantidades adecuadas. Es fundamental recordar que las pipas no deben ser la base de la alimentación del perro, ya que su dieta debe ser principalmente carnívora, complementada con vegetales, frutas y en menor medida, semillas.Las pipas proporcionan varios beneficios para la salud del perro. Entre ellos se incluyen:Gracias a su contenido en vitaminas y minerales.Las grasas saludables y la vitamina E ayudan a mantener la piel y el pelaje en buen estado.Los nutrientes presentes en las pipas pueden ayudar a mantener la salud urinaria.La fibra contribuye a una buena digestión.Los antioxidantes presentes en las pipas ayudan a combatir los radicales libres y retrasar el envejecimiento.Particularmente con las pipas de calabaza, que ayudan a combatir los parásitos intestinales.Las pipas pueden complementarse en la dieta del perro o darse de manera puntual como premio. Se recomienda ofrecer una pequeña cantidad de pipas 1-2 veces a la semana, dependiendo del tamaño del animal.Las pipas deben darse siempre peladas, ya que los perros no pueden digerir bien las cáscaras y podrían causarles problemas digestivos. Pueden añadirse espolvoreándolas sobre la comida o trituradas para facilitar su digestión y absorción de nutrientes.Aunque las pipas pueden ser beneficiosas, es importante introducirlas poco a poco en la dieta del perro para observar posibles reacciones adversas. No deben darse a perros con digestiones delicadas o problemas digestivos, ya que podrían incrementar el tránsito intestinal y causar diarrea. Además, debido a su contenido calórico y graso, deben administrarse con moderación, especialmente en perros con sobrepeso o aquellos que siguen una dieta de adelgazamiento.De esta manera, las pipas pueden ser una adición saludable a la dieta canina cuando se administran correctamente. Sin embargo, es fundamental observar a los perros y consultar con el veterinario si se presentan problemas o si el animal tiene alguna condición de salud particular.Con información de SUN.