Un día antes de un concierto me pongo una mascarilla que me hidrate y me haga ver descansada.Reviso que mis manos estén impecables y me hago un manicure con barniz transparente o un rosa muy claro, mientras escucho mi repertorio.Compro mis chocolates favoritos para comerme algunos antes de empezar a tocar.El día de la presentación reviso todo mi repertorio otra vezVeo que todo lo necesario esté empacado en mi maleta: vestido, maquillaje, enchinadora, zapatos, perfume y partituras.En el recinto vestida y arreglada, tengo algunos rituales como: usar un broche que era de mi abuelita, un broche que era de mi tía, el broche de Javier Camarena y una pulsera de ojito turco.Por último pienso mucho en mi abuelita (mi Tita), me gusta concentrarme con mi mamá y ponerme mi perfume favorito.María Hanneman Vera, ha logrado convertirse en una reconocida pianista a nivel internacional, logrando tocar en reconocidos lugares como el Palacio de Bellas Artes, Carnegie Hall de Nueva York, el Mozarteum en Salzburgo, Austria y Albert Hall, en Londres, Inglaterra y ser estudiante destacada del Conservatorio Nacional de Música.Para María, tener un ritual la ha ayudado a eliminar el “residuo de atención” que queda de pasar a alguna actividad o situación a otra, y también le ha servido para reducir la tensión o la ansiedad que le implican algunas presentaciones; además de prepararla para un estado de ánimo y mental ideal para hacer una actividad importante o enfrentar un momento retador como lo es el tocar con personajes admirables o en recintos importantes.Con información de Ana OvalleAA