Con el cierre del año, la Luna se convierte nuevamente en protagonista del cielo nocturno con la llegada de la Luna Fría, un fenómeno que no solo fascina por su belleza astronómica, sino también por su significado cultural. Este evento, que se repite anualmente, tiene una gran relevancia en varias tradiciones y creencias.En México, la Luna Fría de 2024 será visible en toda su magnitud la noche del 15 de diciembre. De acuerdo con el sitio Star Walk, el mejor momento para observarla será a partir de las 8:00 p.m., siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan.Este fenómeno podrá ser apreciado sin necesidad de equipo especializado, aunque el uso de telescopios o binoculares permitirá una visión más detallada de los cráteres y la superficie lunar, enriqueciendo la experiencia visual.Este término proviene de las antiguas tradiciones de los pueblos nativos americanos y europeos, quienes asignaron nombres a las lunas llenas según las características del clima, la naturaleza o la agricultura de cada temporada.La luna fría es el plenilunio de diciembre y el último del año, simbolizando el cierre de ciclos. Durante esta fase, el satélite refleja la mayor cantidad de luz solar de su ciclo, iluminando intensamente el cielo nocturno. Aunque a simple parece llena durante tres noches consecutivas, su punto de culminación exacta solo dura unas horas.De acuerdo con la NASA, la luna fría adquiere su nombre por su estrecha relación con el inicio del invierno y las bajas temperaturas características del mes. Desde las latitudes septentrionales, este plenilunio tiende a elevarse más alto en el cielo nocturno, lo que lo hace aún más impresionante para los observadores.De igual forma, para muchas culturas, la luna fría no solo es un evento astronómico, sino un símbolo de transformación y cierre de ciclos naturales. Los pueblos originarios de Estados Unidos, responsables de nombrar este plenilunio, asociaban el evento con cambios en la fauna y flora. Por ejemplo, se decía que durante esta luna los ciervos mudaban sus cuernos, y que las plantas florecían en nuevos caminos en el hemisferio sur.Además, su simbolismo trasciende a un plano espiritual, donde representa un momento para reflexionar, dejar atrás el pasado y prepararse para el futuro. En las culturas modernas, también se le relaciona con el cierre de etapas, coincidiendo con el final de un año lleno de eventos y desafíos, esto según National Geographic.Consulta aplicaciones de astronomía para seguir la trayectoria de la Luna y aprovechar al máximo la experiencia.JM