Cuando hablamos de felicidad nos vemos inmersos en un mundo de subjetividades, ya que al igual que otras emociones o conceptos relacionados al bienestar personal, dependerá de muchos factores individuales y contextuales para intentar tener un acercamiento a la definición del concepto “feliz”.Desde la psicología la felicidad se puede definir como un estado emocional positivo que las personas alcanzan cuando han satisfecho sus necesidades, deseos y cumplido sus metas y objetivos. Razón por la que puede reflejarse y expresarse de distintas formas.Si hay algo que es medianamente certero es que todas las personas buscamos acercarnos o estar en ese estado de plenitud, es decir, la búsqueda de la felicidad y tratar de construirla es algo por lo que nos esforzamos en el día a día, y si bien, esto es subjetivo y libre, existen pautas que pueden promover que alcancemos ese estado emocional.Investigadores de la Universidad de Harvard coinciden en que existen ciertos hábitos que las personas que se perciben felices suelen construir y cultivar. Hábitos que tienen un respaldo científico, generando en las personas un bienestar emocional y satisfacción general. A continuación los exponemos:La libre elección es algo que las personas valoramos, y en nuestra vida, constantemente tomamos decisiones, sin embargo, tantas opciones pueden abrumar nuestra mente, generando un estado de ansiedad. Es entonces cuando es importante seleccionar aquellas situaciones que tienen mayor importancia y aquellas que pueden dejarse de lado o para después (sobretodo las que no están dentro de nuestro control), al priorizar las elecciones evitamos una carga mental innecesaria y la toma de decisiones será clara y enfocada.Se ha demostrado que las personas que experimentan un mayor grado de felicidad prestan atención a los momentos simples pero que se han visto opacados por la velocidad de nuestro día a día, la carga laboral, etc. Un ejemplo de ello son las conversaciones con nuestras redes de apoyo como amigos o familiares que en ocasiones se estropean por los aparatos digitales, o dar un paseo por la naturaleza o la ciudad. Estar presente en los momentos que tienen lugar en nuestro día y/o con otra persona y agradecer esos espacios, puede mejorar significativamente la percepción de la felicidad.La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar ejercicio con regularidad, y no sólo para obtener una salud física, si no que también está comprobado que la actividad física tiene un impacto positivo en la salud mental. Si a eso se le agrega un entorno al aire libre y con naturaleza se reducirá notablemente el estrés acumulado al crear una conexión con el lugar.Además de las necesidades fisiológicas, contamos con necesidades sociales, en las que encontramos al amor, la aceptación y la pertenencia a un grupo, si las necesidades fisiológicas y sociales no están cubiertas, difícilmente se puede experimentar un estado de felicidad. Las personas felices se dan el tiempo y energía para cuidar las conexiones significativas que han construido con el paso del tiempo, ya que al ser relaciones recíprocas, obtienen y brindan apoyo emocional, obtienen y brindan momentos de felicidad, y eso contribuye a la sensación de satisfacción con la vida.Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp MC