Hoy viajamos a través de la palabra escrita a tres ciudades que parecen haber sido sacadas de un cuento de hadas y siempre son deseadas por el turista que visita el Viejo Continente. Berlín (Alemania), Praga (Chequia) y Viena (Austria) son metrópolis que si bien poseen historia, cultura y atractivos propios, también comparten un lazo común: Su belleza y pasado imperial.Sí, porque el título de “imperial” no es sencillamente un slogan publicitario. En algún momento de su larga historia, fueron el hogar de algún rey, káiser o emperador. Y si bien todo el año son apetitosas a la vista del aventurero, es en la temporada de Navidad y Año Nuevo cuando se engalanan con diversos colores, sabores y tradiciones invernales.En esta edición te presentamos lo más destacado que encontrarás entre estas ciudades como parte de su oferta de fin de año, entre novedades y espectáculos que debes experimentar.Siempre bella y espectacular, Praga luce todavía más sensacional con su atuendo invernal. Los hogares de la capital checa se ven decorados con coronas de 4 velas, mientras que por las calles -del Centro Histórico en especial-, se llenarán tus ojos con la decoración navideña. Los árboles navideños son todos naturales ricamente engalanados.Hablando de ricuras, una razón para visitar el Corazón de Europa es disfrutar de los mercadillos naturales, y Praga los tiene por montones, además de pistas de hielo y por si el frío es potente, puedes disfrutar de vino caliente. Los mercadillos se comienzan a colocar el 26 de noviembre y terminan oficialmente el 6 de enero en las plazas principales.Ya que andamos por las calles, los postrecillos de temporada son las galletas navideñas y el vanocka (se pronuncia “vanochca” en español, y es un pan con pasas y nueces). Eso sí, el plato típico es… la carpa empanizada con ensalada de papas. Es muy tradicional y si visitas la ciudad estos días, verás que incluso las venden vivas en las calles. También en las calles podrán disfrutar de exposiciones de nacimientos del 26 de noviembre hasta los primeros días de enero; además de que un farolero encenderá las luces en el Puente de Carlos del mismo 26 hasta el 23 de diciembre.Los que se den una vuelta por Praga el 5 de diciembre podrán disfrutar de ver a gente disfrazada de San Nicolás, un diablillo o un ángel, quienes reparten regalos y sorpresas a transeúntes, tocan las puertas de los hogares e incluso los vidrios de automovilistas. Una cosa a tomar en cuenta si vas a la capital checa en Navidad es que del 24 al 26 muchos comercios están cerrados, por lo que es más sencillo comer en hoteles que en restaurantes. En el Centro Histórico de Praga abren algunos lugares, pero la mayoría cierra. Otra cosa que notarás si entras a un hogar checo antes del 24 es que no tienen arbolito navideño. Ese “llega” en Nochebuena, pues se cree que el Niño Jesús, además de regalos, trae el árbolUna buena noticia es que de momento no hay restricción vinculada con la COVID-19 y no se requiere test de vacunación, basta con que viajes con pasaporte vigente (esto aplica para Praga). Para el turista ya está disponible la tarjeta Prague Visitor Pass, que ofrece descuentos en transporte.Una cosa más de Praga, aquí la celebración del Año Nuevo será el 1 de enero de 2023 en la Plaza de Wenceslao, en punto de las 20:00 horas. Pirotecnia, comida y una ciudad espectacular. ¿Nos vamos?Llena de luces en su primer cuadro, también sus mercadillos navideños son un atractivo que siempre atrae a miles de viajeros a sus calles. A finales de noviembre ya habrá algunos instalados, y antes del Adviento ya deben estar todos para permanecer al público hasta el 8 de enero.Si planeas quedarte varios días en esta ciudad alemana, la buena noticia es que hay cantidad de mercadillos para no aburrirte. Son alrededor de 40 y cada uno con un perfil peculiar, algunos solamente son de artesanías, otros de comida, otros de actividades físicas. Lo cierto es que no encontrarás dos iguales, por su contenido o entorno de montaje.Uno de los más famosos se montará este año en la Bebelplatz. Está entre la Opera Estatal y la Catedral de Santa Eduvigis de Berlín (no olvides visitarla), y es además una de las más amplias e históricas de la ciudad. Otro mercadillo visualmente espectacular está en Charlottenburg Palace, que precisamente por el palacio brinda vistas espectaculares, perfectas para la foto en Instagram. Además, aquí se puede disfrutar uno de los mejores vinos calientes de temporada (tinto y blanco), así como el licor caliente de huevo, una bebida de sabor muy peculiar pero que tiene sus fans.Si buscas algo de naturaleza, visita el Jardín Botánico de Berlín, que es decorado con colores navideños y efectos de luces, además de que siempre se espera que caiga una nevada que termine por pintarlo.La Nochevieja se celebra al aire libre, a los pies de la Puerta de Brandeburgo, aunque se ha reducido la capacidad de asistentes por razones sanitarias. Si no alcanzas a entrar, habrá otros eventos, como el que ofrece la Filarmónica de Berlín y en los Hoteles del Centro Histórico se ofrecerán espectáculos musicales. Si te quedas unos días en esta ciudad alemana, vale la pena que adquieras la Berlin WelcomeCard, que ofrece pago de transporte por tiempo limitado y descuento en atracciones.Este año no se espera -de momento- ninguna restricción sanitaria y de momento se está organizando todo igual a como fue en 2019, aunque se recomienda llevar máscara, que sigue siendo obligatoria dentro de transporte público.Para quien busca regalos o regalarse una experiencia fuera de lo común. Viena ofrece todo de obsequios especiales y en Navidad la oferta aumenta al máximo.Como en las otras capitales, aquí también se montan mercadillos navideños, el más tradicional y buscado por los turistas en Rathausplatz. Aquí encontrarás regalos de temporada, artesanías hasta para decorar el arbolito, comida hogareña, golosinas y bebidas de esas para entrar en calor.En el Centro encontrarás pistas de patinaje y para quienes conozcan este arte podrá ser un momento perfecto para mostrar al Donovan Carrillo que llevan dentro. Para los que viajen en familia, Viena dispone del mercado de Navidad del Palacio de Schönbrunn, que además de ofrecer una postal imperial, cuenta con talleres para niños.Si te quieres quedar para año nuevo, las salas de música en Viena se llenan de espectáculos de cámara, aunque ojo, es importante adquirir las entradas con tiempo, pues suelen estar abarrotados.EL DATOBerlín, Praga y Viena se encuentran bien conectadas, y una buena manera de llegar de una a otra es en tren. Desde la ciudad alemana hasta la capital checa se hacen 4 horas en este método de viaje; mientras que de Viena a Praga son 4 horas y media. Páginas como https://regiojet.com/ ofrecen el servicio de venta de boletos de tren, con distintas rutas y cubriendo en particular estas tres ciudades.