Jueves, 21 de Noviembre 2024
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“La tradición budista es una gran herencia de la humanidad”: Lama Tony Karam

Imparte seminario en Guadalajara después de dos años de ausencia 

Por: El Informador

Lama Tony Karam. El fundador de la Casa Tíbet México posa desde la sede de Guadalajara. EL INFORMADOR/A. Camacho

Lama Tony Karam. El fundador de la Casa Tíbet México posa desde la sede de Guadalajara. EL INFORMADOR/A. Camacho

En un mundo donde el consumo promete satisfacciones que no puede brindar, el budismo representa una esperanza de comprensión de la realidad y una posibilidad de adquirir herramientas para vivir con sabiduría; así, con algunas décadas visitando la ciudad para ofrecer cursos y conferencias en Casa Tíbet México sede Guadalajara, el Lama Tony Karam, que no había venido en dos años, debido a la pandemia, estuvo este fin de semana para brindar un seminario.

Considerado como uno de los más importantes especialistas y divulgadores de la cultura y espiritualidad tibetana en nuestro país y toda Hispanoamérica,  el Lama Tony Karam  -en entrevista con EL INFORMADOR- cuenta que tuvo interés por la tradición budista “desde la infancia, una enorme pasión por el Tíbet y empecé en la medida de mis posibilidades -estábamos en una era preinternet, hay que recordar- conseguir la información en torno a la cultura de ese país”.

Comparte que  un tío suyo que vivía en Argentina trajo consigo el libro “El camino de las nubes blancas”, relata Karam, “el testamento espiritual de un Lama alemán, Anagarika Govinda, uno de los pioneros occidentales en el vínculo con la cultura del Tíbet, a donde hizo expediciones en los treintas. Leerlo fue como una revelación”; ya después de estudiar en los Estados Unidos con su primer gran maestro, asimismo uno de los primeros en introducir enseñanzas budistas en Occidente, tuvo oportunidad de ir a Nepal e India, y conocer al Dalai Lama.

Surge Casa Tíbet México

Comenta el maestro que “fue ahí, en 1987, cuando me solicitó que fundáramos un centro cultural para Latinoamérica, y ese fue el inicio de lo que hoy es Casa Tíbet México, que prometió inaugurar cuando tuviera oportunidad de visitar Latinoamérica, lo que sucedió en 1989, cuando también ganó el Premio Nobel de la Paz. A partir de ahí, son 33 años de trabajo centrados en educar a nuestro país en torno al gran legado de sabiduría de la tradición tibetana”.

Así, el interés del Dalai Lama se dio por ser “consciente de la trascendencia que tiene la espiritualidad psicológica que tiene el budismo en el mejoramiento de nuestras condiciones de vida personal, individual y social”, indica Karam.

Sabiduría milenaria

Ahora bien, aclara el especialista que el budismo “no es una propuesta religiosa, no es una tradición dogmática, revelada o de fe, es una de radical extracción empírica, más una ciencia de la conciencia que una religión, y eso lo sabe mejor que nadie el Dalai Lama. Y esa sabiduría milenaria que floreció en el Tíbet es una de las grandes herencias de la humanidad”.

Con todo, este camino de trabajo no ha sido sencillo de recorrer, refiere Karam que un obstáculo que ha enfrentado es “el desconocimiento de lo que es o no el budismo, basado en la ignorancia. Ha tomado mucho tiempo, de ir y venir a través de medios y actividades, para disipar esos malos entendidos. Y a pesar de ello hay un gran interés por conocerlo, aunque tampoco es una tradición proselitista (no le interesa hacer adeptos)”.

Armonía de componentes

De igual modo, en un país de abrumadora mayoría católica, nada impide la práctica budista porque no se trata de una religión, “la gran aportación de la sabiduría budista es toda esta excepcionalmente sofisticada psicología que se orienta en ofrecer herramientas para lograr lo que necesitas. El objetivo del budismo es comprender por qué sufres, que puedes dejar de sufrir y que hay un camino que conduce al bienestar genuino”, asegura Karam.

Como seres “compuestos”, explica el fundador de Casa Tíbet México, “requerimos que nuestros componentes estén en armonía. Por eso debemos cultivar ese equilibrio holístico (entre todos nuestros componentes) de nuestras vidas, buscando eliminar el dolor, el sufrimiento y la insatisfacción, para que haya en nosotros bienestar, salud y alegría. Y eso depende de cada uno, cada quien debe trabajar consigo mismo, combatiendo el desequilibrio (que tiene muchas dimensiones)”.

Sobre Casa Tíbet México

Esta institución cultural educativa y no sectaria fue fundada en Julio 6 de 1989, bajo los auspicios del XIV Dalai Lama (Premio Nobel de la Paz, 1989), el Gobierno Tibetano en el Exilio y la Oficina del Tíbet en Nueva York, como la primera representación cultural oficial del pueblo tibetano para Latinoamérica.

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