En ocasiones, las personas suelen tener gustos muy particulares por diversos alimentos con altos índices glucémicos (carbohidratos), como los chocolates, el pan dulce, los refrescos, los pasteles, entre otros, lo cual puede provocar grandes problemas de salud, pero ¿qué causa el sentimiento compulsivo de comer dulces? La ansiedad y la adicción al azúcar son algunas problemáticas desencadenadas por cuestiones emocionales.El portal “Psicología y Mente”, señala que los seres humanos estamos programados para comer alimentos de este tipo, ya que nos proporcionan energía para que el cuerpo mantenga las funciones vitales. Pese a que sabemos que consumirlos constantemente genera daños en la salud cuesta trabajo controlar la necesidad de comerlos.Cuando los niveles de azúcar en la sangre están por debajo de lo normal, el cuerpo pide comer alimentos azucarados para recuperar las energías desgastadas, sin embargo, éste no logra reconocer qué alimentos azucarados sanos nos proporcionan la energía que necesitamos y qué comida es dañina, de acuerdo con el artículo. El azúcar es una sustancia que aumenta los niveles de dopamina en el cerebro y por consecuencia genera efectos similares a las drogas como la nicotina o la cocaína, que nos hace sentir bien.Aunque consideramos que se puede controlar el consumo de este tipo de productos, después se va aumentando las “dosis” de azúcar, por ejemplo, si estábamos acostumbrados a comer sólo un chocolate, progresivamente comeremos una caja completa debido a que se genera una tolerancia hacia esa sustancia. Gracias al consumo de ella, enfermedades como los problemas cardiovasculares, la diabetes, entre otros se pueden desarrollar.El portal de psicología refiere que a veces se recurre a estos alimentos por motivos que se relacionan a los problemas emocionales más que por comer productos azucarados, ya que en la cultura popular existe la idea que cuando sufrimos una ruptura amorosa, la mejor forma de enfrentar ese sentimiento es comiendo un bote de helado o una tableta de chocolate.Con los alimentos se pretende llenar ese vacío emocional creyendo que al comerlos se sentirá un alivio, sin embargo, puede desencadenarse adicciones y ansiedad por consumirlos.Los especialistas anotan que el efecto de la ingesta abusiva de azúcar es contrario, es decir no “mejora” el estado emocional sino que contribuye a que se padezcan problemas psicológicos como la depresión.