Entre la amplia oferta de camionetas familiares en nuestro mercado, la Kia Sportage siempre se caracterizó por ser una opción sin muchos riesgos y atractiva para muchas personas y, ahora con la nueva generación, más vistosa y espaciosa, consolida esa reputación.Mostrando un cambio radical en su aspecto, la nueva Sportage se alinea al diseño del ahora buque insignia de la marca coreana, el Kia EV6, para mostrar una camioneta que llama la atención, con esas luces diurnas en forma de “boomerang” que se integran con la enorme parrilla al frente. La combinación de superficies suaves y curvas en toda la carrocería, se complementa con acentos tipo metálico y rines de terminado bitono, para atender a uno de los atributos más buscados por las personas: un diseño para presumir.Este atributo está también presente dentro de la cabina, mostrando un tablero moderno y tecnológico, haciendo uso de su ya tradicional sistema de infoentretenimiento que se combina con el cuadro de instrumentos digital en una sola superficie curva con dos pantallas de 12.3 pulgadas que llaman la atención y tienen buena respuesta.Puede que no todo sea perfecto. Por ejemplo, las formas del tablero proyectan muchos reflejos hacia el parabrisas cuando hay mucho sol o la conectividad para Android Auto y Apple CarPlay es forzosamente a través de un cable. Afortunadamente, hay cargador inalámbrico, climatizador de dos zonas y un enorme techo panorámico para compensar.Amplitud para todosDonde la Sportage va a destacar es en otro de los aspectos más buscados en este tipo de vehículos: la amplitud. Y es que gracias a un crecimiento en dimensiones generales, con 17.5 cm extras para el habitáculo, la segunda fila tiene un espacio realmente abundante, junto con grandes amenidades, como el descansabrazos abatible, las salidas de aire acondicionado, ganchos para colgar bolsas y hasta los puertos USB-C ubicados en los respaldos.Eso sin mencionar el gran espacio disponible en la cajuela, que, por cierto, tiene apertura eléctrica y un útil sistema de apertura de manos libres que, con solo tener la llave en el bolsillo, permite abrir sin tener que realizar malabares con el pie para hacer funcionar el sensor.Ahora bien, no solo el espacio para piernas es el beneficiado por ese incremento en la longitud de la Sportage, sino que también la calidad de marcha mejora considerablemente, incluso, frente a la Tucson, con la que comparte plataforma y componentes.Eso sí, hay que ir por las versiones intermedia y SXL, como la que tuvimos a prueba, para obtener el mejor tren motor. Se trata del nuevo 4 cilindros 2.5 litros naturalmente aspirado, capaz de generar 187 caballos de fuerza y 178 libras-pie de par, que se administran a través de una caja automática convencional de 8 velocidades. El trabajo conjunto de motor y caja es muy bueno y contribuye a la sensación de comodidad al ser progresivo en sus aceleraciones, porque, hay que mencionarlo, la Sportage no tiene intenciones deportivas.