Existen objetos de deseo, envidia y que atraen miradas, ya sea para criticar o para alabar. Por su tamaño, su uso recreativo o simplemente porque es un extra en nuestra vida que causa felicidad. Desde pequeños muchos les decimos juguetes y en la edad adulta los seguimos teniendo, y seguimos coleccionando más; y es ahí precisamente donde el Suzuki Jimny se sitúa, un vehículo que atrae miradas por su tamaño, prestaciones, su simpleza, su diseño lúdico y también hay que decirlo, existe más de uno que voltea para juzgarlo.Después de tener la oportunidad de manejarlo por algunos días en diferentes terrenos y estilo, comenzando con sus capacidades 4x4 en una ruta que se trazó desde Querétaro hasta San Miguel de Allende, Guanajuato, en el Jimny Xperience, las montañas, piedras sueltas, pendientes y descensos, hicieron la delicia de todos, con sonrisas de satisfacción y algunas veces de nerviosismo para aquellos que hacían por primera vez esta experiencia. El pequeño todo terreno de la marca nipona sorprende por ser un vehículo capaz, con un buen manejo y una maniobrabilidad y soltura que es el resultado de sus medidas, peso y potencia.Gratas sorpresas durante la casi 8 horas que estuvimos probando todos los modos de manejo y el control de descenso, el cual aunque preferimos retirarlo para un manejo más atrevido, ayuda de forma adecuada y con demasiada precaución a los mejor capacitados.No es para todosCuando mencionamos la palabra 4x4, la mayoría de la gente espera ver un auto grande, monstruoso con suspensiones elevadas y llantas con mayores dimensiones a las que vienen en la agencia, y es ahí donde radica la diversión del Jimny, un vehículo pequeño con bastante torque, gran agarre, aún con sus discretas llantas, o bien con la nueva optativa de la marca Toyo con un mayor perfil y aprobadas por la marca para no perder la garantía. Así pues, las dimensiones de este nipón son limitadas, una persona de arriba de un metro con ochenta centímetros tendrá problemas en encontrar una posición de manejo agradable, y obviamente descontaremos al pasajero atrás del asiento del piloto. Tres personas tal vez podrían caber de manera razonable en el Jimny, pero definitivamente no es un vehículo que luzca por su espacio interior.La cajuela es inexistente y tal vez pudiese albergar una fila de botellas grandes, pero solo eso, sin embargo al abatir asientos nos da un espacio suficiente para guardar equipaje y una hielera, misma que puede ser alcanzada sin problema por el copiloto para mantenerse hidratados, cómo ya es costumbre en los eventos de off road.Con poco lujosAlgo que enamora del Jimny, o al menos para sus seguidores, es su simpleza, un tablero de instrumentos muy básico y retro, con un pequeño clúster digital en medio del tacómetro y velocímetro, controles de audio, manos libres en el volante y una pantalla de infoentretenimiento con Apple CarPlay y Android Auto alámbrico, son suficientes para acompañar el camino. Los interiores de tela y los plásticos duros en el tablero son parte de la sencillez que hace al Jimny un vehículo sin pretensiones, un vehículo para disfrutar y para gozar, sabiendo que la terracería, las piedras sueltas y los caminos irregulares son su hábitat natural.Después de la experiencia en la montaña, al día siguiente vino un tramo de carretera desde la ciudad de San Miguel de Allende a Guadalajara. Durante este viaje de poco más de 4 horas, comprobamos lo que muchos habían comentado ya, por sus dimensiones, peso y motorización, el Jimny no es el vehículo más audaz en el asfalto, pero en realidad no lo debería de ser, y aquí viene la pregunta: ¿es acaso el Jimny un vehículo seguro? Sí, sí lo es, y lo es no solo por las seis bolsas de aire, sistema de frenos con ABS, EBD y programa de estabilidad electrónica (ESP, por sus siglas en inglés) sino porque se maneja bastante bien siempre y cuando se cumplan con los límites de seguridad que se marcan en las carreteras de nuestro país. Hay que tener paciencia con los rebases y contar con mucho espacio para hacerlo, es un vehículo alto con un centro de gravedad que no ayuda a dar las vueltas con gran comodidad, pero repito, siguiendo los límites de velocidad no se tendrán muchos problemas en el manejo, aún con una dirección tan suave y no tan precisa.Una vez en la ciudad, los recorridos se disfrutaron sin ningún problema y las pequeñas dimensiones hacen que el Jimny sea un vehículo fácil de maniobrar, la potencia en este caso no fue un problema porque al final de cuentas, el promedio en ciudad rondó por los 40 km/h.En conclusiónEl Jimny es una buena opción si se entiende que es un vehículo que nos va a llevar fuera del asfalto al menos un par de veces al mes, durante el recorrido semanal en la ciudad podría llegar a ser un poco cansado, se agradecería que los asientos tanto de piloto cómo copiloto tuviera soporte lumbar, fuera de eso, creo que el Jimny no solo es un vehículo de nicho sino también un gran juguete para aquellos que disfrutan el off road sin complicaciones y sin estar 40 minutos tratando de sortear una sola piedra. Habrá gente que lo critique, habrá gente que diga que le falta más, y claro siempre estarán los seguidores y entusiastas que estén esperando hacerse de uno de estos pequeños guerreros todoterreno que, en su tercera preventa en internet realizada por la marca Suzuki el pasado lunes 7 de marzo, lograron colocar mil 500 vehículos, la mayor cantidad de vehículos Jimny ofrecidos en este tipo de ventas, que se apartaron en tan solo 93 minutos y 14 segundos.César Álvarez/ San Miguel de Allende