Han pasado casi 30 años desde que el Wagoneer dejó de venderse, pero volvió a lo grande; un producto que desde 1963 se coronó como el primer vehículo de tracción a las cuatro ruedas con caja automática, en lo que sería el primer SUV que estaba orientado al lujo con esas capacidades motrices.La idea en ese entonces parecía descabellada, o era un 4x4 o era un vehículo confortable. En ese entonces, Jeep encontró la fórmula con Wagoneer y sobre todo con Grand Wagoneer, que se transformarían en punta de lanza en la industria. Pero, tras su desaparición a inicios de los años 90, en la familia Jeep quedaba ese espacio por llenar, hasta que la fiebre de las SUV’s en el mundo irremediablemente la trajo de nuevo a ver la luz.Es por ello que hace seis meses estuvimos en el lanzamiento de Wagoneer en México, así como conocer la tope de gama Grand Wagoneer. Ambos productos confeccionados prácticamente con la misma tijera, pero con diferente material y motor, por lo que hoy tocó probar Wagoneer (a secas) que incluso deja de lado el nombre “Jeep” en su carrocería, prácticamente como un “easter egg” que encuentras en faros y calaveras.Su diseño en una carrocería de 5.4 metros de largo la pone a la par, en esta versión, contra una GMC Yukon Denali, por ejemplo, por lo que la SUV de la casa de enfrente en Detroit ya tiene una competencia muy buena con esta Wagoneer, pero con unos detalles que podríamos considerar la hacen aún mejor como lo es, de entrada, que cuente con uno de los mejores sistemas de audio en su cabina como lo que ofrece McIntosh con sus 19 bocinas y un subwoofer, el cual pudimos probar a fondo y del que pronto les tendremos una reseña completa de su funcionamiento.Máxima comodidad, equipamiento abundante, pantallas para prácticamente todos los pasajeros como lo son las que van en la segunda fila (de 10.1”) con Fire TV, conectividad independiente y que se controla desde la pantalla central delantera si quisiéramos, es posible en esta Wagoneer. Además, una pantalla de 10.25” para el copiloto lo hacen parte del camino, pues selecciona la ruta y la “envía” a la pantalla central del mismo tamaño (aunque no lo parece) para que el conductor pueda ver dicha ruta, e incluso el copiloto también elige la música y hace esas labores sin estirarse hasta la pantalla central. Esta pantalla se apaga desde la consola, al mismo tiempo que el conductor no puede verla.Lo que sí ve el conductor es el head-up display de 10”, la pantalla con el cuadro de instrumentos de 12.3” detrás del volante y con multiinformación que hace que nos concentremos más en el camino. Y es que la botonería es una experiencia que hay que vivir y entender rápido para saber dónde queda cada cosa.Volviendo a la pantalla central, a los costados contamos con una gran cantidad de material en “black piano”, con controles digitales para la calefacción o ventilación de los asientos delanteros, que se activan con un sutil toque, pero también se ensucia fácilmente.En el lado de la habitabilidad, Wagoneer cuenta con espacio desde 800 litros hasta más de 3 mil litros de capacidad abatiendo todos los asientos, algo que se realiza con facilidad desde unos botones que se encuentran en la cajuela, los cuales abaten y retraen los asientos de la tercera fila e incluso individualmente, mientras que para los de la segunda fila solo se encarga de abatirlos de tal forma que no golpean con las pantallas al colapsar las cabeceras previo a su desplazamiento. Practicidad absoluta y bien pensada.Si en la segunda fila de asientos tenemos gran espacio y amenidades, con controles digitales del aire acondicionado y las pantallas de entretenimiento, en la tercera fila contamos con buen lugar para tres personas adultas, con conexiones para USB y USB tipo C, salidas de aire acondicionado y lo que pocos o nadie ofrece: un quemacocos, un elemento que integra a los de la tercera fila, casi siempre relegados en espacio, equipamiento e incluso visibilidad. Ficha técnica
