Llegamos a ese momento de la vida donde el viaje se vuelve una necesidad, algo que llama poderosamente en el alma para empacar en pro de la aventura, en especial cuando se trata descubrir tierras lejanas, pero ojo, podrán lucir lejanas en el mapa, pero se sentirán cercanas en el corazón al recorrerlas. Hoy la brújula nos lleva a Hungría, un país donde la cultura se desborda en cada ciudad, que le ofrece al aventurero una nación de identidad propia pero que al mismo tiempo nos hará sentir en casa.Al aterrizar descubriremos una nación con múltiples sabores, emanados de recetarios milenarios y todos esos pueblos que han dejado su huella en ingredientes y cazuelas. También estaremos en un espacio especial para aquellos amantes de la arquitectura encontrarán aquí un genuino Edén donde múltiples estilos y épocas conviven en un equilibrio tan suave como necesario.Y por encima de todo, es una nación que despierta el apetito de los aventureros. Esto es algo que conocían bien los romanos, luego los alemanes, los eslavos, los hunos y los magiares. Patria de almas nobles, poetas, guerreros, deportistas y grandes cocineros.Nos faltarían etiquetas para definir todo lo que encontraremos aquí. Por ejemplo, “mucha gente no lo sabe, pero Hungría es uno de los países más verdes de toda Europa”, explica en entrevista para PASAPORTE Zsuzsa Szégner, representante de la oficina de turismo de esa nación europea. Zsuzsa anota que para el viajero mexicano, Hungría podrá resultar familiar por la calidez de la gente. “Siempre encontrarás quien trate de ayudarte”, anota. “Por ejemplo, si hablan un poco de inglés no tendrán problema en moverse por capital”.¿Qué te parece si comenzamos la aventura por este país? Aunque Budapest es una carta de entrada perfecta, hay mucho por descubrir en este país.Nombrada “La perla del Danubio”, hay una buena razón para este apodo. Metrópoli con larga historia y futuro espectacular, la capital húngara es la carta de presentación con la que esta nación enamora al viajero, ¡y vaya que lo logra!Esta ciudad ofrece diversos atractivos para los viajeros, pero algunos de los infaltables son el Parlamento, joya neogótica donde se encuentra la Corona de San Esteban, tesoro que para los húngaros es de valor inapreciable.Si andas por el Centro de esta ciudad, vale la pena conocer el Puente de las Cadenas, que en su momento sirvió para unir las localidades de Buda y Pest (ahora sabes de dónde viene el nombre de la ciudad). Este puente permaneció firme durante décadas, hasta que fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial. Fue en 1949 que logró reconstruirse, justo a tiempo para celebrar su centenario.No hay guía de viaje a esta ciudad que no incluya una visita al majestuoso Castillo de Budapest, portentoso edificio levantado en el siglo XIV y que desde una colina de Buda dominaba todo el horizonte. Hoy alberga el Museo de Historia de la ciudad, la Galería Nacional y una biblioteca. “Vale la pena visitarlo, por la incontable belleza que ofrece a los viajeros que lo recorren”, anota Zsuzsa Szégner.País lleno e naturaleza, Hungría es más que bosques. Zsuzsa comenta que en esta nación encontramos ni más ni menos el lago más extenso de Europa: El Balaton.“Todo el año ofrece vistas espectaculares, pero en verano también es un imán para los bañistas, pues sus aguas se vuelven templadas, en sus alrededores hay desde pequeños hoteles, spa, caminos para paseo en bicicleta y muelles para preparar paseos en bote”.Mientras que en invierno es común ver a viajeros y locales recorrer los fríos senderos bien abrigados, en primavera y el naciente verano son los deportes acuáticos o quienes buscan un suave bronceado quienes pueblan sus márgenes.Para este punto del texto ya hace algo de hambre, ¿verdad? Es buen momento para recorrer la gastronomía húngara, y más si estás en el lago Balaton. A sus sopas, preparados de carne y deliciosos postres se suma un visitante inesperado en la mesa: El vino.Esta región es famosa por sus viñedos, y es que vale la pena mencionar que el vino húngaro es uno de los mejores de Europa, aunque poco conocido fuera del Viejo Continente. En esta zona, por cierto, son frecuentes los festivales de vino, queso y gastronomía tradicional, así que más vale asistir con el cinturón flojito. La mejor manera de llegar a Hungría es vía aérea. Desde la ciudad de México, Iberia y British Airways ofrecen el viaje con una escala en Madrid, para luego llegar a Budapest.Como siempre, comprar con tiempo te permitirá obtener mejores precios.