Desde funcionar como una base de maquillaje natural hasta llevar los pómulos a nuevas alturas, los cubitos de hielo son un arma secreta para muchos de los mejores faciales y maquilladores. Simplemente lleva un bloque congelado al paladar, donde viven los receptores de los vasos sanguíneos de tu cara. Y para los brotes, también actúan como tratamientos puntuales. No importa en qué estado se encuentre tu rostro, los expertos opinan sobre cómo los cubos recién salidos del congelador, especialmente cuando se mezclan con té verde, cafeína o leche, pueden ayudar a aumentar la circulación sanguínea, minimizar los poros y calmar la inflamación para una piel clara y radiante. Se sugiere una alternativa ligeramente modificada a la técnica de hundimiento facial: después de llenar un recipiente hasta un tercio del camino con leche entera, que contiene vitamina A regeneradora de células y ácido láctico exfoliante natural, agrega cubitos de hielo. Manténlo en todo el rostro durante 15 segundos y repite hasta cinco veces. O bien, aprovecha la tendencia de belleza global de esculpir la cara y trabaja un cubo de leche congelada desde el centro de la barbilla a lo largo de la línea de la mandíbula hasta el lóbulo de la oreja, luego hacia arriba, hacia la parte alta de los pómulos, debajo de la región de los ojos y a lo largo de la frente. Repite el masaje durante 5 minutos para conseguir el efecto reafirmante y de contorno. LA