Muchos en México generalizan usando la expresión “autos chinos”, como si todos los de ese origen fueran iguales. Por fortuna para el consumidor mexicano no es exactamente así, y un claro ejemplo es la Haval Jolion híbrida.Sí, por fuera parece sólo una SUV más en un universo en constante expansión, pero cuando nos subimos a ella, manejamos, y vimos lo que ofrece en equipo, espacio, comodidad y conveniencia de ser híbrida -no verifica- y, más sorprendente aún, en manejo, la Jolion pasa a ser un vehículo difícil de ser igualado. Con 4.47 metros de largo total, la Jolion compite contra rivales muy duras como Honda HR-V, VW Taos o Mazda CX-30, pero su enemiga directa es la Toyota Corolla Cross, la única competidora que también es híbrida en ese segmento. El diseño de Jolion es moderno y relativamente discreto, con la única concesión a las exageraciones típicas de los chinos, siendo un triángulo de luces debajo de los faros y, en las versiones híbridas, dos líneas azules que van adentro de los faros y líneas de led que, dígase de paso, se ven muy bien cuando están encendidas, produciendo una firma luminosa ruda, imponente. Los costados son limpios y las calaveras grandes, en forma de bumerán que, por fortuna, no están unidas como en la gran mayoría de las nuevas camionetas. Sólo el nombre Haval con letras sobredimensionadas para el tamaño de la camioneta, desentona. Pero se entiende la necesidad de posicionar la marca.Abres la puerta y saltan a la vista unos asientos forrados de piel color mostaza, al menos en la versión Luxury. Son amplios y cómodos, con buen soporte lateral. La parte superior del tablero es de plástico rígido y negro, mientras que debajo de la pantalla central de 12.3 pulgadas (con CarPlay y AndroidAuto, por cable) hay material acojinado, forrado de la misma piel que los asientos. No hay palanca, sino perilla para usar la caja automática de doble embrague y siete velocidades, que manda los 188 HP de los dos motores a las ruedas delanteras. El espacio, tanto adelante como atrás, es tan amplio que cuesta creerlo en una camioneta de esa categoría. Una vez en marcha, el conductor se dará cuenta no sólo de la buena respuesta del motor, sino de que el frenado regenerativo hará que la batería mantenga su carga por más tiempo que la mayoría de los híbridos, ayudando con el consumo que, en nuestras pruebas, anduvo en la casa de los 19 km/litro en ciudad. La dirección es rápida y comunicativa. La suspensión, independiente y de eje de torsión atrás, es bien ajustada para ofrecer comodidad y estabilidad, claro, sin pretensiones deportivas.Y tiene asistencias electrónicas como frenado automático de emergencia, asistencia de cambio involuntario de carril y reconocimiento de señales de tránsito, entre otros. Son muchas virtudes para un vehículo que cuesta 574 mil 900 pesos (hay una híbrida que vale 514 mil 900), cerca de 23 mil pesos menos que la Toyota, pero con más espacio, equipo y mayor garantía. El tiempo hablará sobre fiabilidad y servicio, pero en valor por tu dinero, en esta categoría, la Jolion nos parece imbatible.