Cafeterías en Praga hay muchas, casi todas con un perfil turístico. Pero como Grand Café Orient me atrevería a decir que hay pocas, ya no digo en Chequia, sino en toda Europa.¿Qué hace diferente a este local respecto a otras propuestas? Lo más notable es su historia. El café se encuentra en la planta alta del edificio Black Madonna, joya arquitectónica cercana a la Plaza Vieja diseñada por el arquitecto Josef Gocar donde plasmó el estilo cubista de principios del siglo XX. El nombre le viene por la figura de una Virgen pintada en color negro que se encuentra en una de sus esquinas.El cubismo es mucho más común en las artes plásticas, pero es en Chequia donde encontró un lugar en la arquitectura. Todavía más particular es el hecho de que Grand Café Orient abrió en 1912 y permaneció en servicio apenas 10 años antes de cerrar. Tras el abandono ocasional y su uso como oficinas, con su reapertura, 8 décadas después busca recuperar su antiguo esplendor, y vaya que lo logra.Entrar a esta cafetería es darse una vuelta por la historia de la ciudad, del arte y los sabores. Plagada de detalles del art déco y art noveau, es un agasajo a la vista, pero también al gusto. Degustar un café en su barra o su terraza es acariciar y saborear otras épocas.Y es que no he hablado aún de su carta.Sorbos de historiaDe poco serviría que Grand Café Orient luciera fabuloso si no lo combina con un buen menú. El desayuno respeta escrupulosamente los sabores matutinos, con una buena barra de pan dulce (cuernitos, jamón, queso y huevos). Un desayuno completo cuesta, según su página web, unos $240 pesos mexicanos.Por la tarde la cafetería es punto de encuentro para los turistas que buscan una pausa en sus recorridos, parejas que quieren disfrutar de una charla o aquellos solitarios que buscan una cerveza mientras el mundo gira a su alrededor.Hay sándwiches, baguettes, ensaladas, crepas, rebanadas de pastel y postres. La barra de cocteles y bebidas espirituosas es generosa, aunque la recomendación de quien escribe estas palabras es pedir una buena cerveza checa, que es el mismísimo paraíso líquido.El café se presta también a la bohemia, y suele ofrecer por las noches espectáculos musicales e incluso charlas sobre la ciudad, su historia y arquitectura. SABER MÁSPara el antojoDescubre más de esta joya de Praga en sus redes sociales. Visita: www.facebook.com/grandcafeorient/ para estar al tanto de sus promociones y ofertas para el viajero que busca una buena taza de café o una experiencia visual fuera de lo común.MQ
