Hace ocho meses por el rumbo de la Americana, en la calle Bernardo de Balbuena, abrió este pequeño restaurante japonés y creció de boca en boca gracias a la calidad de sus alimentos. Hace tres semanas inauguró su primer sucursal en Providencia, en Av. Montevideo, a una cuadra de Rubén Darío. El lugar es una pequeña terraza con mesas para dos y cuatro que pueden unir para grupos de más personas. Cuentan con cócteles que te invitan desde el principio para iniciar la jornada.Acompañado de mi buen Héctor y Sandra, nos dispusimos a probar lo mejor del lugar y aquí les dejo mi paso.Iniciamos con un rollo con Tokio ($275), vienen cinco piezas y se llama así porque de proteína contiene tres piezas del atún; akami (es la carne más roja del atún), otoro (parte grasa de la panza) y chutoro (que es una parte más pegada a la piel de color rosado y alta en grasa) lleva wasabi takuan en finos cubos, que es este nabo japonés que se suele encurtir y que es muy parecido a nuestro rábano. De sabor fresco y con mucho carácter, este rollo es de lo más bueno.Seguimos con unas back ribs kuro miso ($295) es una entrada, pero es muy atinada, tiene ese sweet and salty que muchas veces buscamos al probar otras cocinas, el marinado de miso negro (recordemos que el miso esta pasta de soya y sal fermentados). Su carne está en su punto.Llegaron después unos nigiris de cangrejo moro ($95) son espectaculares y casi se llevan la tarde. A diferencia de los nigiris tradicionales, éste no está confeccionado sobre una cama de arroz, sino que lo presentan en un rollito personal vertical con alga por fuera.Para cerrar con broche de oro, les cuento que tienen una hamburguesa de pollo, karaage burger ($245); ésta sí se llevó la tarde, después de tan buenos platillos que ya había probado. El pollo karaage es un pollo que marinan con ajo y soya para después empanizar con harina y fécula de maíz (o de papa), la fríen a alta temperatura dejando un producto muy suave y jugoso por dentro y sumamente crujiente por fuera, queso gouda y pan brioche. Hasta ahí todo bien y como cualquier lugar, pero sus aderezos que son dos, uno de mayo wasabi y otro de mayo sambal (que es una salsa espesa de chiles coreanos) son una verdadera explosión de sabor en boca. Sólo comí un poco por compartir, pero volveré por una para mí solo. Una gran experiencia.¡Sé feliz! CT