Leonela Café-Bistro abrió al público hace unos meses y se ha posicionado con gran éxito en la Colonia Americana, justo donde estaba Prana Organic (el cual reseñé en mayo del año pasado) y que pasó a mejor vida, dando paso a que el grupo que conforma este maravilloso restaurante de mariscos, Colomitos, (que también tiene su reseña con fecha abril 2021) abriera este desayunador y panadería Leonela Café-Bistro.Después de haberlo anotado en lugares por visitar y traerlo durante un par de meses, gracias a comentarios de lectores que me hicieron llegar fotos e ilustraciones, me decidí, en compañía de Viviana mi amiga, a visitarlos y aquí mi paso.De entrada pedimos un Danés de plátano macho ($60), una pieza de pan dulce. Un hojaldre que esconde en su interior un plátano macho y que lo descubres al pasarle el tenedor. De buen tamaño y digno para compartir. Como tip, pide que lo pasen por el horno, que frío como lo ofrecen, la verdad es que no denota ni el 30% de lo bueno que es caliente y más que se viene la temporada invernal.Para iniciar el festín pedimos unas enmoladas de chicharrón ($110), las sirven con un plato lleno de color, acuérdate que iniciamos con la vista, en donde cuatro rollitos son bañados con este suculento mole; algo dulce, algo picante y coronan con un serpentín de crema, rábano, hojas verdes y tiras de pimiento. En su interior las enmoladas llevan un guiso de chicharrón prensado que tiene mucha textura y su sabor pelea, bocado a bocado, con el mole.Seguimos con unos chilaquiles “empipianadados” ($120), fue sin duda mi elección favorita; los sirven en un plato hondo, con una simetría digna de un ingeniero, la mitad tiene unos buenos frijoles y la otro unos sobresalientes totopos crujientes. Su masa más gruesa de lo normal hace que queden excelsos. Su sabor respeta su ingrediente principal, la pepita, que se siente bien dorada para extraer esos aceites naturales y ese perfume que enamora a todo comensal. Tiene tropiezos de puré de aguacate, crema de rancho y queso fresco espolvoreado. Serían el plato ideal si el tamaño del totopo fuera un poco más chico.Al final, le entramos a un lonchecito de pato ($95), el cual es presentado en un birote chico, con su carnita pasada por el mole. De buena textura y sabor. También pídelo caliente, porque no muestra su carácter frío. Lo acompañan con suprema de aguacate y adornan con pimientos amarillos como dicen, para dar el gatazo. Hay que ponerle unas gotas de limón para que el sabor suba de nivel y sea la experiencia que toda persona necesita para sonreír el resto del día.¡Sé feliz! CT