Septiembre, el mes más patrio en México ha llegado, y con él, la celebración por un aniversario más de la Independencia de México ante la corona española hace más de 200 años.Pero más allá de las diversos festejos y ceremonias que se llevan a cabo, un elemento que destaca de esta conmemoración es la diversidad gastronómica que se ofrece durante septiembre, como los son los chiles en nogada, los pambazos y el pozole.Cabe mencionar que después de leer esto te sentirás feliz al saber los nutrientes que estará aprovechando tu cuerpo.El pozole es uno de los platillos más representativos y ricos de nuestro país, pero ¿cuál es su origen y qué tan bueno es comerlo?El día de hoy te contaremos todo sobre este tradicional platillo y porque sí o sí debes disfrutarlo no sólo en estas fechas patrias, sino cada vez que tengas la oportunidad de hacerlo.Las raíces de este rico platillo nos remonta a la época prehispánica, cuando se le conocía como pozolli que significa hervido o espuma, haciendo referencia a su preparación. Este se preparaba y consumía en algunas fiestas o rituales dedicados a Xicotepec, el señor degollado. Cabe mencionar que el pozole sólo era degustado por la élite de la gran Tenochtitlan.En la Historia General de las cosas de la Nueva España (1540-1585) de fray San Bernardino de Sahagún este escribe que durante las ceremonias religiosas se hacían sacrificios humanos, y el ofrecido como ofrenda, luego de haber sido sacrificado, era usado para el consumo en el pozole. Se cuenta que, de todo el cuerpo, el muslo era la mejor parte así que este era servido al tlatoani como muestra de respeto y agradecimiento.Cuando las tropas españolas arribaron a México les pareció que tal ritual para preparar el pozolli era una aberración, así que decidieron traer una gran cantidad de cerdos para sustituir la carne humana. Incluso, se cuenta que los indígenas comentaban que el sabor del puerco era muy similar a la del ser humano en sabor y textura. El pozolli o pozole es un caldo a base de maíz que a través de los años ha sufrido modificaciones dependiendo de la región en la que se prepara. Y es que puede ser preparado como caldo blanco, rojo o verde, dependiendo de la mezcla de chiles que sea agregada al caldo. Y a pesar de que actualmente existen versiones vegetarianas de este platillo, sigue siendo muy común que sea servido con carne de pollo, res o puerco.De acuerdo con su variedad, el pozole es acompañado de tostadas, crema, queso, lechuga, rábano, cebolla, limón, orégano, salsa picante y chile piquín, y en algunas regiones del país es muy común agregarle chicharrón y aguacate.Sin embargo, si te sentías culpable cada vez que disfrutabas comiéndote un buen plato de pozole, te tenemos buenas noticias. De acuerdo con El Poder del Consumidor, el pozole es un platillo completo y balanceado, que gracias sus ingredientes es rico en fibra, vitaminas y minerales. Cuando lo comes tu cuerpo recibe vitaminas A, C, E, niacina, calcio, hierro, yodo, potasio y magnesio.Además, debido a que su ingrediente base es el maíz cacahuazintle, el cual es fuente de hierro, potasio y magnesio, ayudamos a nuestros órganos a tener una mejor oxigenación, pues estos minerales nos ayudan a transportar los nutrientes a las células y a prevenir la anemia.Pero si esto no fuera suficiente, contiene hidratos de carbono complejos, proteínas y fibra, y al estar nixtamalizado favorece la biodisponibilidad de calcio y niacina.En cuanto a la carne respecta, ya sea que elijas puerco, res o pollo, cada una de ellas nos brindan proteínas al pozole, además de que son buena fuente de potasio, magnesio, zinc y vitamina A.Para concluir, todos los acompañamientos para este platillo son saludables. La lechuga, rábanos, cebolla, chile y limón, no solo le dan sabor a este típico platillo sino que aportan fibra, vitaminas, calcio, potasio y yodo, todo lo cual ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico.¡Así que ya lo sabes! Estás permitido de disfrutar de tu pozole sin culpa. Eso sí, recuerda que todo en exceso es malo, por lo que no te recomendamos comerte varios platos ni consumirlo con mucha frecuencia.
