La Crononutrición, disciplina que analiza la relación entre el reloj biológico y la alimentación, enfatiza la importancia de respetar los ritmos naturales del cuerpo al realizar las cuatro comidas principales: desayuno, almuerzo, merienda y cena. Según esta perspectiva, la cena debe consumirse al menos dos horas antes de acostarse para favorecer la salud y el descanso adecuado.Sin embargo, muchas personas adoptan hábitos desordenados, como el "picoteo" de alimentos variados antes de cenar. Este comportamiento puede retrasar el horario de la cena y, en consecuencia, afectar la digestión y la calidad del sueño, ya que suelen irse a la cama poco después de comer.Julia Zumpano, especialista en nutrición de la Clínica Cleveland en Estados Unidos, señala que los horarios actuales de muchas personas dificultan cenar temprano. "Esto, en algunos casos, puede derivar en patrones de alimentación desordenada", advirtió. Por otro lado, cenar temprano está asociado con una reducción del riesgo de padecer obesidad, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.Gabriela Saad, licenciada en nutrición y miembro de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), explica que cenar temprano es especialmente beneficioso para personas con reflujo gastroesofágico, ya que ayuda a disminuir los síntomas. Asimismo, quienes padecen diabetes o resistencia a la insulina pueden mejorar el control de la glucemia con una caminata posterior a la cena.Un estudio de crononutrición donde se incluyó a más de 100 mil adultos durante siete años —realizado por científicos del Instituto de Salud Global en España y el Centro de Investigación de Estadísticas y Epidemiología de la Universidad de París—; encontró que cenar después de las 9 de la noche se asocia con un aumento del 28% en el riesgo de enfermedades cerebrovasculares. Basándose en estos resultados, los investigadores concluyeron que los horarios ideales para las comidas son antes de las 8 de la mañana para el desayuno y antes de las 8 de la noche para la cena. Los expertos señalaron que, mientras más temprano se cene, más se disminuye el riesgo de cáncer de mama o de próstata.Ajustar los horarios de las comidas y evitar comer tarde no solo favorece una mejor digestión y calidad del sueño, sino que también tiene impactos positivos en la prevención de enfermedades metabólicas y cardiovasculares.Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp. AO