En la lucha por bajar de peso, muchas personas no tienen claro que les tomará tiempo perder esos kilos de más que también se adquirieron con el paso de los meses. Ante esto, algunos buscan "rutas más cortas" que impliquen menos trabajo, disciplina, dedicación, esfuerzo físico y, desde luego, no dejar de consumir los alimentos ricos en grasa y azúcar.Es así como algunos medicamentos son utilizados de forma arbitraria, sin acompañamiento médico, para perder peso; pero esta práctica podría ser muy peligrosa para la persona que la realiza.Desde hace tiempo, señala la Gaceta UNAM, "se ha puesto de moda un fármaco llamado Ozempic, pues ha sido usado por diversos personajes famosos para bajar de peso. Incluso, el multimillonario sudafricano Elon Musk –dueño de Tesla y X (antes Twitter), entre otras empresas– asegura haber bajado 14 kilos gracias a él".Mariana Isabel Valdés Moreno, jefa de la carrera de Nutriología de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza de la UNAM, compartió para la publicación que "sin embargo, en un principio, éste y otros medicamentos que contienen semaglutida o liraglutida se diseñaron para tratar la diabetes tipo 2. Posteriormente se observó que, a la vez que mejoraban los niveles de glucosa en la sangre, ocasionaban una baja de peso. Esto ha abierto un debate relacionado con el tratamiento farmacológico de la obesidad, ya que un número importante de personas con esta condición no son diabéticas; y si recurren a un medicamento como Ozempic para bajar de peso, éste podría causarles hipoglucemia".Estos drogas, que en algunos casos no han sido aprobados para tratar la obesidad, "ralentizan o disminuyen la velocidad del vaciamiento gástrico, por lo cual la persona se siente saciada durante más tiempo y, por consiguiente, ingiere menos comida y pierde peso".“Una característica más de esos medicamentos es que inducen a la persona a consumir menos alimentos que aportan mucha energía, como los ultraprocesados. Pero no están indicados para todos. Hay criterios de práctica clínica que sugieren quién los podría utilizar, sobre todo porque pueden interactuar negativamente con otros fármacos, por ejemplo, los psiquiátricos”.De esta forma es que esos medicamentos capaces de combatir la obesidad se hacen populares y se convierten en una novedad, despertando mucha curiosidad entre la población.“A casi todos nos gustan las cosas fáciles, y éste es uno de los grandes desafíos de la salud, la alimentación y los estilos de vida saludables. Por esta razón todavía hay personas quienes se resisten a invertir tiempo y esfuerzo en llevar a cabo cambios que la ayuden a reducir su peso y mantenerse saludable. Las fórmulas mágicas siempre son atractivas; sin embargo, muchas de ellas implican riesgos y no deben tomarse a la ligera, especialmente las que incluyen la utilización de algún fármaco”, declaró Valdés Moreno.Con información de Gaceta UNAM* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *OA
