Estas son 5 acciones para romper con la sensación de estancamiento en tu vida

De un momento a otro, es normal que sintamos que hemos dejado de avanzar en los objetivos de vida que nos hemos propuesto. Es inevitable que, cuando se busque cualquier meta a largo plazo existan momentos de cierta pasividad que se puede sentir como estancamiento. Especialmente porque muchos procesos de la vida no tienen puntos claros de inicio o fin. 

Además, hay ciertos puntos claves de la vida en donde la tensión se acumula y la presión subraya que la vida no está siendo como la habíamos planeado. Bien sea que se salga de un curso, una licenciatura, una maestría, se espere un bebé, ocurra una mudanza, se acerque una nueva década de vida o aparezca una enfermedad grave, las situaciones incontrolables de la vida pueden convertirse en pesos que cada individuo carga silenciosamente durante el día a día.

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¿Cómo aliviar este sentimiento?

Estas son cinco acciones que pueden aligerar este mal normal:

1. Haz una auditoría individual de lo que te produce estrés. A veces pareciera que nos sabemos de memoria nuestros problemas, sin embargo, es muy útil sentarse un momento y realizar un examen acerca de los obstaculos y complicaciones con las que vivimos diariamente y que nos producen estrés. Las siguientes preguntas pueden servir de guía para diagnosticar tu estado: ¿Qué cosas hago que no disfruto? ¿Qué actividades realizo cuando llega esta sensación? ¿Cuál es la parte de la rutina que más te molesta? ¿Qué puedes hacer para cambiar estos problemas?
2. Cambia la ruta de los pensamientos negativos. Lejos del positivismo tóxico existe otro extremo que tiende a calificar cada error de catastrofe. La persistencia de la negatividad en nuestra mente puede cambiar nuestra percepción del mundo. Intenta reestructurar tus pensamientos. Si en un proyecto piensas "voy a fracasar" podrías cambiar la intención de ese mismo mensaje como "haré lo mejor que pueda" o "buscaré ayuda con este problema".
3. Proyecta un futuro positivo. Escribe, aunque no lo veas, un futuro en el que no estés estancado. Anota los pasos que te permitieron llegar a ese estado.
4. Comparte tus experiencias. Bien sea que lo hagas de manera interior, contando entre tus mejores amigos tus pequeñas victorias del día a día, o te animes a hacerlo en las redes sociales, el compartir y el dictar palabras, provee de bienestar al emisor.
5. Haz algo importante para ti. Solo tú sabes las situaciones que te han parecido relevantes en la vida. Pon atención a estas experiencias e intenta repetirlas. 

Con información del New York Times

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