La calabaza de castilla, también conocida como tamalayota, es una fruta de la familia de las cucurbitáceas, caracterizada por su cáscara gruesa, pulpa anaranjada y semillas en su interior. Existen variantes con colores verdes y manchas blancas o anaranjadas, así como una variedad de tamaños y formas.En la época prehispánica, las semillas de calabaza eran valoradas por su alto contenido proteico y su capacidad de conservación. Esta fruta ha mantenido su importancia en la gastronomía, utilizada en recetas tanto dulces como saladas. En México, es un ingrediente fundamental en platillos tradicionales como los tamales de calabaza y el dulce de calabaza.El cultivo de la calabaza se lleva a cabo principalmente de marzo a mayo, y la cosecha inicia a mediados de octubre. Este momento coincide con la preparación de las ofrendas para el Día de Muertos, donde la calabaza se emplea para aportar color, aroma y sabor a las ofrendas en honor a los difuntos.De acuerdo con el Poder del Consumidor, la calabaza de castilla es una fuente rica de proteínas, ácidos grasos omega 3, fibra, y vitaminas como la A y C, además de contener minerales como hierro, potasio, magnesio y zinc. Estos nutrientes se encuentran tanto en la pulpa como en las semillas.El color anaranjado de la calabaza se debe a la presencia de beta-caroteno, un fitonutriente que el cuerpo convierte en vitamina A. Este compuesto ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, prevenir enfermedades del corazón y combatir infecciones.Por otro lado, sus semillas son una excelente fuente de proteínas, grasas insaturadas, vitaminas y minerales. También, aportan fibra y ácidos grasos omega 3, que contribuyen a la salud cardiovascular al reducir la presión arterial.MF