En cualquier tipo de relación, la dependencia emocional o codependencia es una condición en la que una de las partes ejerce control sobre la otra, implicando factores negativos como la obsesión y el aislamiento, lo que genera vínculos tóxicos.Según el Centro de Psicología de Madrid, el otro extremo de esta forma poco saludable de relacionarse es la independencia, un rasgo social generalmente aceptado en casi cualquier ámbito. Sin embargo, en algunas relaciones, las personas completamente independientes pueden mostrar un rechazo total a necesitar ayuda de otros.El ser independiente emocionalmente, puede ir ligado a experimentar temor al momento de comprometerse demasiado a nivel sentimental y al no llegar a conectar del todo con otras personas, esa independencia se pierde.Afortunadamente, existe un punto medio entre ambas condiciones, el cual expertos afirman que es la clave para construir relaciones sanas, la interdependencia.De acuerdo con el Centro de Psicología de Madrid, la interdependencia o dependencia recíproca es la clave para que las personas sean capaces de relacionarse adecuadamente con los demás de una forma igualitaria.El secreto para formar interdependencia en una relación de pareja es no basar todo en la vida en torno a la otra persona, sino vivirla de una manera colaborativa con un balance sano entre apoyo mutuo y confianza.Lo que se logra con ello es que ambas partes compartan sus debilidades o inseguridades, además de las responsabilidades de la relación, en donde se debe trabajar de manera continúa, respetando los límites de la otra persona para que funcione, implementando en todo momento comunicación asertiva.El propósito de la interdependencia es desarrollar un punto medio entre la dependencia y la codependencia en la que ambas partes se sientan cómodos y libres, siendo quienes son, demostrando sus virtudes y defectos. Sin sentirse obligados a cambiar por la otra persona. YC