Como todos los inicios, Porkos comenzó pequeño y casi por afición. Allá por la colonia Americana, hace tres años cambió a su domicilio al actual, en Av. Providencia, a unos pasos del Oxxo que hace esquina con Av. Rubén Darío.Es un restaurante modesto que tiene una entrada pequeñita; es más, yo creía que era sólo para llevar. Pero en realidad tiene muchas mesas y se abre un poco en su interior y cuenta con un patio al final, en donde puedes, además de saborear los placeres que ofrece, ser testigo de ese gran ahumador y ver a ese maestro trabajando para dejar los platillos para chuparse los dedos, literalmente.Mi hijo me comentó que tenía una nueva comida favorita: Las costillas BBQ. Y dando gusto, fuimos a Porkos que nos queda a tiro de piedra y al que ya habíamos pasado juntos para ver qué vendían ahí y nos llevamos un flyer con información y un saliveo de todo lo que nos antojamos y pues bien, les cuento nuestra experiencia.A diferencia de muchos otros lugares donde venden baby back ribs, Porkos ofrece speare ribs, que son mucho más grandes y con mas carne. Son ahumadas lentamente por seis horas en una mezcla de maderas de manzano, roble y encino y quedan sumamente suaves y jugosas. Con su salsa hecha desde cero, que tiene además de sabor, un picor lejano que no se siente pero que invita a querer más. Pedimos una orden de costilla ($340 pesos) que son 500 gramos pero tienen medio rack 1kg. Por $620 pesos y el rack completo $1,200, que son 2 kgs.Venía acompañada de dos guarniciones entre las que puedes escoger: elote, puré de papa, mac & cheese, ensalada de col y orden de pan. Escogimos el puré y mac & cheese. Mismos que vienen coronados con pedacitos de tocino muy crujiente y ambos tienen buen sabor, sin estar por arriba del sabor de las costillas. Los coditos los preparan con menchego en vez de chedar, pero les quedan muy ricos.También pedimos unos tacos de pork belly ($150 pesos). Vienen cuatro en tortilla de maíz y los aderezan con salsa taquera, cebolla y cilantro. Es la tropicalización de un platillo americano (que también ofrecen, que es el sándwich de pork belly); la carne es muy limpia y mucho más suave, ya que dura 11 horas en el ahumador, así que ya se imaginarán la textura y olor. Es una buena entrada para compartir.El sándwich de pulled pork ($150 pesos) lo sirven en un pan de hamburguesa, pero te sorprende la suavidad que tiene ensalada de col por dentro. Nosotros lo compartimos pero bien puede ser para una persona, ya que lo acompañan con papas a la francesa, la ensalada la confeccionan con dos tipos de col y la sirven al dente, no aguadita.Sólo tienen un postre que mata aquellas oreo fritas que algunos restaurantes ofrecen. Aquí tienen el Twinkie frito ($100 pesos), un verdadero “taparterias” que sacia cualquier antojo. Lo acompañan con una bola de nieve, para aventar por la borda cualquier dieta.¡Sé feliz!Comida 4.5 Lugar 4 Ambiente 4.5