Esta historia inicia en el siglo XVI, cuando en un solar cercano al Centro de la ciudad de Zacatecas se comenzó a construir el Convento de San Francisco. Quienes arrancaron esa labor probablemente no imaginaron que se terminaría completamente hasta el siglo XVII (prisa no llevaban ciertamente), y menos pensaron que ese convento dejaría de serlo para volverse uno de los recintos culturales más bellos de México: El Museo Rafael Coronel.Y así como ya no es convento, tampoco es un museo convencional. Es indudable es valor cultural y estético del museo, pero también innegable que es un punto de encuentro para la vida social de Zacatecas y de visita indispensable para los turistas.La razón salta a la vista del viajero de forma inmediata. La fachada del museo nos ofrece una vista espectacular, con su bella fachada de cantera rosa llena de detalles esmeradamente labrados. Caminar por su exterior es recorrer siglos de historia zacatecana, envueltos en la riqueza de su tierra. En sus jardines y patios, antaño frondosas huertas, los paseantes encuentran múltiples puntos para tomarse la foto del recuerdo. Sin duda, este museo se ha vuelto uno de los más vistos en Instagram por todo su verdor y estructura externa. Si el exterior fascina, el interior asombra. La sorpresa que guarda el museo requiere tener los ojos bien despiertos y el corazón abierto.Entre máscarasTras una larga restauración, el museo abrió sus puertas en 1990, alimentado con obras y colecciones de Rafael Coronel, célebre artista zacatecano que bien merece toda una plana para detallar su talento en la plástica, mismo que lo hizo merecedor de reconocimiento a nivel nacional y global. Su faceta creativa estaba a la talla de su amor por la colección de máscaras, una labor que lo llevó a recorrer de forma incansable nuestro país para hacerse de una cantidad de piezas cuyo valor es incalculable, pues todas son únicas.El acervo del museo se integra de más de 16 mil piezas, entre máscaras, dibujos, ollas, terracotas, objetos prehispánicos, títeres, exvotos, artesanías, instrumentos musicales y muebles coloniales. Es tanto que no todo está exhibido y cada cierto tiempo se modifica la colección permanente para mostrar piezas guardadas. El recorrido puede tomar hasta dos horas, aunque se puede extender si se desea una explicación pormenorizada de las colecciones.Las máscaras son una radiografía de nuestro país. De su devoción e irreverencia. De lo divino y lo infernal. De la vida y la muerte. La honestidad y el engaño. Lo efímero y eterno. Provenientes de diversos rincones de la geografía nacional y fabricadas con infinidad de materiales, cada máscara tiene una historia por contarle al viajero. Las hay profusamente elaboradas, de gran tamaño, miniatura y hasta “hechizadas”.El Museo Rafael Coronel es una parada obligada en el itinerario de todo viajero que vaya a Zacatecas. En pleno siglo XXI, la historia de este recinto se sigue escribiendo. Nacido como un espacio de reflexión divina, hoy preserva esa aura etérea y porta una máscara de cultura.Para descansar en Zacatecas una de las mejores opciones, por su comodidad, ubicación e historia, es Hotel Misión Argento Zacatecas (Av. Hidalgo 407, Col. Centro). Se encuentra a unos pasos de la Catedral Basílica de Zacatecas, así como de otros puntos de interés turístico, además de gozar de vistas privilegiadas de la ciudad.El hotel en sí mismo tiene una rica historia, pues en el siglo XX fue un cine que congregó a los zacatecanos a vivir grandes momentos. Hoy conserva su fachada señorial y ofrece hospedaje en cómodas habitaciones. Reserva al 492 925 1718.LO BÁSICOEl museo se encuentra en el Callejón de San Francisco S/N colonia Centro de Zacatecas. Abre de jueves a martes de 11:00 a 17:00 horas. La entrada general es de $30 pesos; maestros, estudiantes e INAPAM $15 pesos.