Según el estudio “Preocupaciones, percepciones y hábitos en relación con el control de peso corporal”, un 66% de la población quiere perder peso. El motivo principal por el que se comienza una dieta, de acuerdo al estudio, es la estética (73%).Al menos un 40% de las mujeres se declaraban autodidactas a la hora de introducir cambios en su alimentación. Así mismo, constata que las mujeres abandonan las dietas antes que los hombres, que son más constantes. Entre los motivos más frecuentes: el cansancio y la falta de voluntad.Del estudio se concluye que las mujeres hacen dieta por estética y los hombres por salud. En cuanto a la duración, la media se encuentra en poco más de dos meses, lo que aleja la posibilidad de conseguir cambios permanentes e introducir pautas en la alimentación que les establezca una disciplina alimentaria.El desconocimiento de la población a la hora de elegir los alimentos que “deben restringirse” cuando se decide perder peso, es uno de los errores principales. Otros errores que no ayudan a perder peso son saltarse alguna comida o compensar los excesos comiendo menos. Otro dato que se revela en el estudio es la falta de ejercicio físico en la población. El principal peligro de las dietas rápidas radica en que concentran su efectividad en el exceso de un determinado tipo de nutrientes y la insuficiencia de otros, lo que generan en el organismo desequilibrios poco recomendables. Se adelgaza rápido, sí, pero a expensas de perder líquidos, masa muscular, masa ósea y poca grasa, que es lo que realmente interesa. Además, al finalizar la dieta se recupera en poco tiempo el peso perdido e incluso algún kilo más. La causa próxima sería que ingerimos demasiada comida, la causa última que comemos comida no saludable. La solución no es comer menos, sino comer mejor.Hacer dietas rápidas aumenta la probabilidad de atracones y comidas compulsivas, si bien pueden llevar a una perdida de peso rápida, que suele ser a costa de perder masa muscular y agua, además de asociarse con: AH