Los gladiadores romanos eran reconocidos como algunos de los mejores guerreros de su época. Para mantenerse listos para las batallas, estos gladiadores realizaban un entrenamiento de alto impacto riguroso constantemente, además de llevar una dieta muy restrictiva. La alimentación de los gladiadores estaba adaptada para cumplir con la exigencia física a la que sometían sus cuerpos. Si bien en ese momento de la historia no se tenía un conocimiento avanzado en cuanto a nutrición, el pueblo romano tenía buenas nociones de lo necesario para mantener la resistencia.Los gladiadores eran los encargados de brindar entretenimiento al pueblo en el coliseo, así que el emperador se preocupaba en específico por que tuvieran la fuerza para cumplir con esta tarea.El pueblo romano se alimentaba mayormente de pan, vino y legumbres, aunque las personas con poder solían complementarlo con carne de cerdo, cordero o pescado. Sin embargo, para los gladiadores era una dieta muy distinta a la de un ciudadano normal.Según el Manual MSD, los hombres deben consumir al día entre 2200 y 2600 calorías. En el caso de los gladiadores, se buscaba que consumieran hasta 6 mil calorías en el día, para así mantener los niveles de energía al máximo.Su dieta se basaba principalmente en las legumbres, como lentejas y garbanzos. Además, el trigo y la cebada estaban siempre presentes, junto con vegetales variados para complementar sus comidas. Podría llegar a sorprender, pero los gladiadores no comían carne ni pescado de ningún tipo.Y no era por elección, mas bien estaba impuesto por las autoridades. De hecho, algunos historiadores describen a los gladiadores como "comedores de cebada", debido a que esta era su principal fuente de energía.MBV