Con la llegada y transcurso del mes de diciembre las fiestas propias de este mes no se han hecho esperar y es que de los 12 meses que construyen un año sin lugar a dudas el último de ellos, es por excelencia el más festivo, destacando eventos como posadas, reuniones, cenas, fiestas de fin de año y festejos decembrinos en general. Ante esto no es de esperar que el consumo de comida y bebida dentro de estas festividades sea mucho mayor que en la simple cotidianidad, haciendo que nuestros cuerpo mantenga niveles distintos respecto a las colorías y excesos ingeridos los cuales van directo a nuestro organismo. Entre los órganos que más se ven afectados por este importante aumento de consumo se encuentra el corazón, ocurriendo algo conocido como “Síndrome del corazón festivo” nombre que le han dado cardiólogos a este peculiar proceso que involucra el mes de diciembre y todos los festejos que ocurren al rededor. En 1978 el médico Philip Ettinger acuñó el termino para describir de manera más precisa ciertos trastornos del ritmo cardiaco que experimentaban personas sanas tras consumir una elevada cantidad de alcohol durante corto tiempo, destacando el mes de diciembre debido a las múltiples festividades que ocurren durante el último mes del año. Según el cardiólogo Mario Boskis quien es miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiología, especifica que este tipo de trastorno lleva este nombre debido a que se le diagnostica con mayor frecuencia tras haber experimentado un fin de semana de celebración los cuales ocurren con mayor frecuencia en reuniones de Año Nuevo y Navidad. Teniendo como común denominador el consumo excesivo de alcohol y de alta ingesta de productos calóricos, como postres y comida de alto grado graso. Según expertos en áreas médicas y de salud el alcohol como droga recreativa más consumida a nivel global esta asociada a múltiples daños en la salud humana tales como enfermedades hepáticas, mayor riesgo de ser diagnosticado con algún tipo de cáncer, hipertensión arterial, arritmias y en los casos más graves muerte cardiaca. Cabe destacar que si bien este tipo de síndrome es analizado mayormente en personas sanas, el tener algún tipo de patología relacionada a la salud del corazón como hipertensión puede incrementar el daño y peligro durante el conocido “síndrome del corazón festivo”. Si bien la máxima opción para prevenir cualquier daño a la salud respecto a sustancias nocivas como el alcohol es la abstinencia, existen algunas recomendaciones para prevenir este síndrome sin necesariamente dejar el consumo de lado. Entre estás recomendaciones se encuentra la ingesta moderada de alcohol siendo 2 bebidas como medida estándar para hombres y 1 para mujeres, esto durante el transcurso de 1 día. Además se aconseja que cualquier duda, inquietud o preocupación relacionado a la salud del corazón se consulte a un médico especialmente si existen antecedentes respecto a la salud cardiaca. BB