La celebración del Día de Muertos en México es una rica tradición que rinde homenaje a los seres queridos que han partido. Este evento, que combina elementos de la cultura indígena y la influencia española, se caracteriza por la creación de altares, conocidos como "ofrendas", donde se colocan diversos elementos simbólicos. Uno de los ingredientes más importantes en estas ofrendas es la sal. Pero, ¿cuál es la razón de su inclusión?La sal es un mineral que, desde tiempos antiguos, ha tenido un significado profundo en muchas culturas. En el contexto del Día de Muertos, la sal simboliza la purificación y la preservación. Se cree que su presencia en el altar ayuda a limpiar el espíritu del difunto, liberándolo de las impurezas y permitiendo que regrese al mundo de los vivos durante esta celebración.Además de su función purificadora, la sal también actúa como un elemento protector. En la cosmovisión mexicana, se considera que la sal protege a los vivos y a los muertos de las malas energías y de los espíritus negativos. Su inclusión en la ofrenda crea un espacio sagrado y seguro para el alma que visita, asegurando que su camino sea libre de obstáculos.La sal tiene un significado práctico en la vida cotidiana, ya que es un elemento esencial en la alimentación. En el altar, su presencia representa la esencia de la vida y la importancia de la comida como un acto de amor y cuidado hacia los que han partido. Al ofrecer alimentos salados, se honra a los difuntos, recordando que la alimentación es un vínculo entre los vivos y los muertos.La sal también se asocia con la tierra y los elementos naturales. Al ser un producto mineral, su inclusión en el altar refleja la conexión con el mundo terrenal y el ciclo de la vida y la muerte. Este vínculo refuerza la idea de que los muertos siguen siendo parte de la comunidad, y que su esencia perdura en la memoria y en las tradiciones de los vivos.La sal en el altar de muertos no es un simple adorno, sino un elemento cargado de significado. Representa purificación, protección, sustento y conexión con la tierra. Al rendir homenaje a los difuntos, la sal se convierte en un símbolo de amor y respeto, recordándonos la importancia de mantener viva la memoria de aquellos que han dejado su huella en nuestras vidas. En el Día de Muertos, cada elemento del altar cuenta una historia, y la sal es, sin duda, uno de los protagonistas en esta celebración de la vida y la muerte.BB
