Las personas que viven con diabetes deben llevar una dieta saludable y regulada, principalmente en cuanto a azúcares, pues es el procesamiento de este compuesto en lo que radica la enfermedad.En la diabetes tipo 1, el sistema inmune ataca por error las células del páncreas que producen insulina, la hormona que ayuda a que la glucosa —el azúcar en la sangre— ingrese a las células para ser utilizada como energía; en la diabetes tipo 2, el cuerpo no produce suficiente insulina o la aprovecha mal, principalmente porque las células se han vuelto resistentes a ella.En este contexto, ¿qué pasa con la ingesta de frutas, alimento natural y en general saludable, pero con altos niveles de azúcar?Primeramente, es importante distinguir entre el azúcar agregada, presente en los alimentos procesados, y el azúcar natural contenido en las frutas. Los carbohidratos que forman parte de las frutas suelen tener un índice glucémico bajo, por lo que su impacto en los niveles de azúcar en la sangre son también menores.Además, la fruta está compuesta de otros elementos como fibra dietética que mejora la sensibilidad a a insulina y trasa la absorción del azúcar. En ese sentido, es importante comer la fruta completa, sin quitarle la cáscara, no solamente el jugo —que pueden tener un alto contenido de azúcar— y, por supuesto, evitar las frutas enlatadas a las que se les agrega jarabe.Aun así, hay frutas que son mejores que otras para los pacientes de diabetes, algunas de las más recomendables son: aguacate, arándano, ciruela, durazno, fresa, mandarina, manzana, melón, mora, kiwi y pera. Por el contrario, las menos recomendables son las uvas, mangos, higos, pasas y dátiles.En cuanto a porciones, un diabético puede comer con seguridad entre dos y cuatro piezas de frutas. En ejemplos más prácticos: se considera seguro ingerir hasta dos rebanadas de aguacate, dos mandarinas al día, un cuarto de taza de fresas o una taza entera de melón en cubos, un durazno, una manzana o pera al día.Las personas que padecen el tipo 1 tienen más libertad en cuando a las porciones y elecciones de frutas, aquellas que viven con el tipo 2, deben ser más cuidadosas.Para calcular la carga glucémica de las frutas se debe multiplicar su índice glucémico por la cantidad de carbohidratos en gramos y dividirlo por 100.