El flan es un exquisito postre dorado, cubierto de caramelo, que se balancea y se disfruta frío. Con sabores que van desde la clásica vainilla hasta café, chocolate o ingredientes más exóticos, este postre se adapta, cautiva y sorprende, convirtiéndose en el dulce preferido de muchos.Entre las variedades más populares están el flan tradicional y el flan napolitano, pero ¿hay realmente alguna diferencia entre ellos? A continuación te contamos todo lo que necesitas saber sobre estas dos deliciosas versiones.El flan es un postre hecho a base de yemas de huevo, leche y azúcar, que se cuaja a baño de María, dentro de un molde previamente espolvoreado con azúcar. Si bien el flan es un postre con distintas versiones alrededor del mundo (crème renversée y crème caramel en Francia; crema caramella en Italia; o purin o pudingu en Japón, sólo por mencionar algunos), generalmente es asociado con España y con aquellos países que fueron colonizados.De acuerdo con el Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, la diferencia entre ambos postres es muy sencilla, el flan está hecho a base de yemas, leche y azúcar, mientras que el flan napolitano está hecho a base de yemas, leche evaporada y leche condensada.El uso de la leche condensada en el flan napolitano eleva drásticamente la temperatura a la que este postre puede ser calentado, generando una textura mucho más densa a la de un flan tradicional, explica el libro The Oxford Companion to Sugar and Sweets.Según Larousse Cocina, la preparación tradicional de un flan comienza al combinar leche, sal, azúcar y vainilla. La mezcla se lleva al fuego y se mueve constantemente hasta reducir. Posteriormente, la mezcla se deja entibiar y se añaden yemas y huevos enteros previamente batidos. Finalmente, la mezcla se cuela, se vierte en moldes con caramelo, y se hornea a baño María.YC