Los triglicéridos son un tipo de grasa presente en nuestra sangre que son liberados cuando necesitamos energía. Resultan del almacenamiento de calorías en las células grasas, y también ayudan a regular nuestra temperatura y proteger nuestros órganos vitales, pues los rodean.Sin embargo, su exceso, ocasionado por la ingesta de más calorías de las necesarias, redunda en el endurecimiento de las arterias y en sobrepeso, con los riesgos que esta condición conlleva: enfermedades cardiacas, accidentes cardiovasculares, pancreatitis o hígado graso.Para conocer nuestros niveles de triglicéridos es necesario un examen de sangre que es conocido como TG, TRIG, perfil lipídico o perfil lipoproteínico. Niveles inferiores a 150 mg/dL es el resultado deseable en los adultos; de 150 a 199 mg/dL se considera el límite de lo normal, de 200 a 499 mg/dL significa un nivel alto, y a partir de 500 mg/dL es muy alto.Si nuestro objetivo es bajar los niveles de triglicéridos o mantenerlos en un rango saludable, es fundamental llevar una dieta completa y balanceada, además de hacer ejercicio, aspecto al que hay que poner especial cuidado, pues no todas las rutinas son iguales de efectivas para este propósito.Lo mejor son los ejercicios aeróbicos, que tienen la bondad de ser fáciles y no necesitar mayores aditamentos. Correr, nadar, saltar la cuerda o andar en bicicleta son ejemplos de este tipo. Además, actividades tan comunes como caminar y bailar también caben en esta categoría.Se recomienda hacerlo por lo menos 30 minutos al día tres veces a la semana, aunque si supera la media hora es mucho mejor, pues en las primeras fases del ejercicio la energía proviene de los hidratos de carbono, y sólo después el cuerpo la toma de los depósitos de grasa, es decir, de los triglicéridos.