La piel de las personas se modifica con el pasar de los años. En los adultos mayores, la piel se vuelve más delicada. En este sentido, puede perder grosor, resistencia, ganar arrugas y ser más sensible ante lesiones cutáneas como heridas, rasguños y golpes. Como cuidadores, es muy importante ser meticulosos con la higiene de los abuelitos, de manera que puedan mantenerse limpios sin exponerlos a situaciones que puedan dañar de cualquier manera su piel. Es común que los adultos mayores tengan problemas de resequedad, especialmente en las áreas de los codos, piernas y algunas partes del rostro. Por ello, debemos tener especial cuidado en mantener una hidratación adecuada para evitar mayores complicaciones en ésa área. Los expertos aconsejan que, a partir de los 70 años, lo ideal es limpiar con agua diariamente las zonas más importantes donde se pueda acumular suciedad, tal como la cara, las axilas, los genitales y pies. El baño con jabón puede hacerse una vez cada tres días y con mucho cuidado de no tallar la piel con demasiada fuerza. Del mismo modo, siempre que se acaben de bañar es recomendable aplicar una crema hidratante apta para piel seca. Si tu adulto mayor no puede moverse mucho o levantarse de la cama, una alternativa es utilizar toallitas húmedas, trapos con agua o baños de esponja. De esta manera, la piel se mantendrá limpia sin exponerse mucho al agua o a temperaturas incómodas. Al momento del baño, es importante que el adulto mayor se encuentre cómodo y seguro, que sea a una hora del día donde no haya demasiado viento o frío, y que la temperatura del agua sea adecuada. En el baño de las personas mayores se recomienda adecuar: En el caso de que el adulto mayor no se pueda levantar de la cama, es recomendable lavar, secar y aplicar crema hidratante a partes del cuerpo por separado. Un orden sugerido podría ser la cara, brazos, axilas, manos, abdomen, piernas, pies y espalda. Del mismo modo, es de vital importancia secar completamente todo el cuerpo después del lavado, para no dejar humedad que pueda resecar o irritar la piel del adulto mayor. CM