Yo no entendía el motivo de traer una pickup como vehículo de uso personal, hasta que hice una prueba de largo plazo con una Lobo FX-4, de cabina sencilla, hace alrededor de 20 años. Entonces me di cuenta que tener una caja de carga es útil con más frecuencia de lo que pensamos, ya que todas aquellas cosas que queremos comprar o transportar a otro lado y no lo hacemos porque obviamente no cabe en el sedán o SUV de la casa, ahora podemos hacerlo. Pero la Lobo exigía sacrificios que la Maverick no. Estos próximos meses serán mucho más agradables.El primer sacrificio que exigía la aún guapa Lobo FX4 2003, color azul marino, con caja tipo California, era la rigidez de la suspensión. Incluso en pisos parejos, la camioneta saltaba incesantemente, algo que solo mejoraba con carga algo más pesada. Otro, era la altura. Para mi esposa subirse a ella era casi una escalada, un ejercicio de piernas. Pero el que pudiéramos transportar todo lo que a ella se le ocurría, la tenía igual de enamorada que a mí, que me encantaba la potencia del motor, la altura y robustez.Con la Maverick esos sacrificios son cosa del pasado y qué bueno, porque no es lo mismo los Tres Mosqueteros que dos décadas después. Basada en una plataforma monocasco, la misma de la Bronco Sport, la Maverick tiene aún mejor calidad de marcha, gracias a una mayor distancia entre ejes y en el caso de la Tremor Lariat que manejamos ahora, también debido a la suspensión trasera independiente, que ayuda con la comodidad y también con la estabilidad, mucho mejor de lo que se espera en una pickup. El motor es 2.0 turbo, con 250 HP y 277 libras pie de torque. La tracción es integral y la caja automática de convertidor de par, de ocho velocidades. Hay ABS, siete bolsas de aire, frenado automático de emergencia con detección de peatones. Lo que no hay - y sentimos su falta - es alerta de cambio involuntario de carril y de tráfico cruzado. Salir en reversa de una cochera, con sus 5.07 metros de largo y sin esa alerta, es un ejercicio de fe.El equipo empieza con un tache: para usar CarPlay y Android Auto hay que poner un cable. Suena a cosa del siglo pasado. Lo demás, por fortuna, compensa. Buena pantalla central que no tiene que ser gigantesca (es de 8 pulgadas) para ser funcional, con cámara de reversa, aire acondicionado digital de doble zona, control de crucero incluso en modo todo-terreno (hay cinco modos), quemacocos, cargador inalámbrico de celular y buen espacio para adultos en la segunda fila, superando camionetas de mayores dimensiones, como la Colorado, por ejemplo. Además, Ford tuvo el buen gusto de poner espacio para guardar objetos menores debajo del asiento trasero al igual que detrás de su respaldo.La primera impresión es extremadamente positiva. Buen diseño, espacio, manejo, potencia. Claro que tiene sus áreas de oportunidad, como las ya mencionadas, que probablemente sean resueltas en cambios futuros, al igual que otras que son el precio a pagar por usar una pickup que carga hasta 650 kilogramos con el confort y manejo de un auto, como el consumo, de 6.0 kilómetros por litro en nuestra primera medición. ¿Saben qué? Vale la pena. CT