El aguacate es un fruto que va con todo. Nos acompaña de la mañana a la noche en los desayunos, comidas y cenas. La cáscara del aguacate y que sea comestible depende de su variedad. Hay aguacates con la piel muy delgadita como es el caso del criollo en donde se come sin problemas dejando un sabor agradable en boca, con un toquecito de anís. Es perfecto para los taquitos y para agregar en sopas.En el caso del aguacate Hass, su cáscara es más gruesa y rugosa. Por lo tanto, no será recomendable comerla pues puede afectar la digestión. Aun así, su cáscara tiene nobleza y usos culinarios.Esta infusión te ayudará a mejorar tu digestión. Algunos estudios dicen que la cáscara de aguacate en infusión ayuda a eliminar parásitos intestinales, cortar la diarrea y detener el estreñimiento. De acuerdo con la tesis de la maestra en ciencias, Mayra Lizeth Salmerón Ruiz, del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C, la cáscara del aguacate Hass contiene antioxidantes al ser alto en taninos, así como un alto porcentaje de proteína y lípidos cuando está seca.Lo primero es retirar toda la carne del aguacate y lavar la cáscara bajo el chorro de agua con ayuda de una esponja. Secarla completamente y dejarla secar al sol sobre una charola con servilleta para que absorba el resto de la humedad. En un pocillo u olla pequeña se hierve el agua, cuando hierva de manera constante, se agrega la cáscara de aguacate, e inmediatamente se retira del fuego. Se tapa la olla durante cinco minutos y se retira la cáscara. Se sirve en una taza y se endulza con miel de abeja al gusto. La cáscara de una pieza de aguacate Hass rinde para un litro de agua.Así como la hoja de aguacate, la cáscara puede aportar un sabor único a nuestros caldos y sopas. Cuando esté en el punto de ebullición el líquido en cuestión, se agrega la cáscara y se retira del fuego. Se cuentan cinco minutos y se retira.También es un excelente abono que puedes combinar con la cáscara de huevo y otros residuos orgánicos de tu cocina. Deja secar la cáscara y pulverízala junto con la cáscara de huevo seca con ayuda de la licuadora o molino de café. Agrega una cucharada sobre la tierra de la maceta y revuelve.JM