Este domingo, Miguel del Toro llegó al hospital donde este domingo 12 de diciembre murió Vicente Fernández en Guadalajara, consolando su dolor con la convicción de que ya le está cantando a la Virgen de Guadalupe hoy en su día.El hombre llegó con un compendio impreso de la carrera del cantante, que murió hoy a los 81 años tras permanecer cuatro meses hospitalizado luego una caída en su rancho "Los 3 Potrillos"."Tengo tristeza, también alegría porque le está cantando allá a nuestra Virgencita", dice Miguel del Toro, con los ojos llenos de lágrimas."Vea el día que escogió, el 12" de diciembre para morir, señala, resaltando que el fallecimiento se dio en la misma fecha que los mexicanos honran a su patrona, la Virgen de Guadalupe, una de las peregrinaciones católicas más grandes del mundo.Miguel recuerda que "Chente" -como lo llamaban sus fans- "era devoto de la Virgen" y que lo conoció en los años sesenta cuando se presentó por primera vez en su natal Tamazula, e interpretó "Con una copa de vino"."Está vivo en los corazones de todos los mexicanos", afirma convencido don Miguel, con gorra y chaleco oscuro, poco antes de cantar "El rey", un tema que interpretaba Fernández pero compuesto por el célebre José Alfredo Jiménez (1926-1973).Con el libro titulado "Pero sigo siendo el rey", don Miguel recuerda el acercamiento que tuvo con el "Charro de Huentitán", ganador de tres premios Grammy y nueve Grammy Latino, y que contaba con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.Hasta la clínica también llegó don Juan Manjarrez, de 64 años. Con las manos temblorosas llevaba una imagen de la Virgen de Guadalupe y una fotografía de él con Vicente Fernández."¡Se fue un grande!", dijo Manjarrez, compartiendo un episodio que según él mostraba claramente la sencillez del que era considerado el último gran ídolo de la música ranchera."Yo fui a trabajar una vez de mesero con él y le dije que si podía llevar a mi madre y me dijo que sí, 'nada más me avisas'. Él fue hasta nosotros, un detallazo", relata.Desde coches en movimiento, que hacen un breve alto en la puerta del hospital, los fanáticos de Vicente Fernández cantan los coros de sus canciones, tocan bocinas y dejan flores. Algunos no perdieron la esperanza de verlo salir en la carroza fúnebre para darle el último adiós.Las autoridades de Guadalajara enviaron patrullas al lugar, previniendo aglomeraciones de fanáticos.OF