Al llegar a Guadalajara, Charly Alberti (baterista de Soda Stereo) contó sobre su experiencia con Gracias Totales —concierto celebrado el 10 de marzo en el Auditorio Telmex—, sus recuerdos de Soda Stereo y los planes a futuro.Para Charly, este proyecto es el primero del grupo en el que pensaron en el público, pues siempre hicieron discos pensando sólo en lo que les gustaría a ellos. Los planes de Gracias Totales comenzaron hace año y medio: “Es un show que para nosotros es muy importante, porque tiene varios ingredientes que lo hacen emocional: primero porque es lo último que haremos con algo relacionado con Soda Stereo, pero también estamos celebrando nuestra historia y a un gran amigo, compañero de banda, Gustavo”.En ese tono de celebración están los músicos invitados, que de una u otra manera estuvieron ligados a la historia de la banda: “Estamos trabajando con gente que históricamente ha sido parte de nuestro equipo. Entienden que este es el fin de una carrera, de un camino que se vio cortado bruscamente por la muerte de Gustavo. Es la forma que queríamos de decir que esto termina: recordándolo, cantando con nuestros fans y haciendo un espectáculo impresionante. Es sin duda el show con mayor producción en la historia de Soda Stereo. Eso es algo muy emocionante porque también plantea un formato nuevo: algunos cantantes están en vivo, otros en pantalla, unos con Gustavo en algunos temas. Es muy entretenido y sobre todo muy novedoso”.Alberti comentó que las críticas recibidas son en parte por la gente reacia al cambio (como unos pocos abucheos la noche en el Auditorio Telmex), algo a lo que estuvieron acostumbrados durante toda su carrera: “Cambiamos de disco a disco, y esa novedad hacía que mucha gente nos criticase. Ahora todo lo que hicimos es importante y les gusta. Pero cuando sacamos ‘Dynamo’ la gente estaba enloquecida, o cuando hicimos ‘Canción animal’, y a los dos meses era el disco que más amaban. Lo mismo pasa con este show. Es un show disruptivo: el mundo cambió, la gente ve los conciertos en pantalla, quisimos hacer un show donde la gente puede disfrutar de eso y salir de lo típico. Le damos la oportunidad a todos los cantantes, no solo a los pocos que pueden ir al concierto”.Sobre la lista de canciones, el músico argentino comentó que hubo una serie de clásicos que se excluyeron por la vibra que sólo se podría generar con el trío: “Hay temas que definitivamente eran para que tocáramos Gustavo Cerati, Zeta Bosio y yo. No más. Por una cuestión de magia y energía que se daba cuando tocábamos en vivo: por ejemplo ‘Caja negra’, era la energía de los tres tocando solos en el escenario. Lo mismo ‘El séptimo día’, son temas que los descartamos: son parte de eso que sólo podíamos hacer los tres juntos. El resto tuvo que ver con qué tema le quedaría a cada uno de los invitados: ellos no eligieron el tema para cantar”.Imágenes musicales para el recuerdoLa producción de Gracias Totales incluye cuatro pantallas, dos frontales a los extremos y dos más que dan profundidad, sobre los músicos. En ellas se proyectaron efectos visuales y entre canción y canción pequeños fragmentos documentales que dan cuenta del archivo personal del grupo. Para Charly volver a ese archivo fue recordar cómo trabajaban juntos, una dinámica que no compartieron con nadie: “Algunas imágenes tienen que ver con cómo hacíamos las cosas. Lo importante es resaltar eso: juntos éramos un templo, muy cerrados, hablábamos mucho los tres solos. Nos costaba mucho hacer los temas: hacíamos la base los tres, después Gustavo ponía una melodía y a veces llegábamos a la grabación y él no había hecho la letra todavía. Entramos a grabar discos sin las letras, esperando una noche de creatividad y genialidad como tenía para hacer las letras. Nos costó mucho todo, como salir a Latinoamérica o que nos entendieran”.Al charlar sobre esa manera de prepararse, Alberti hizo hincapié en la forma en que se tomaron su carrera: “Entendimos desde el principio que esto era el proyecto de nuestra vida, que era lo que queríamos hacer, que juntos funcionábamos muy bien. Pero a eso le agregamos una obsesión absoluta por nuestra carrera. Ensayábamos todos los días del año, excepto cuando estábamos en gira: todos los días, incluso sábados y domingos.No teníamos días libres, ensayábamos 6 horas por día: a esa pasión, a ese talento le sumamos muchas horas de trabajo. Eso dio como resultado una banda sólida. A veces alguien pregunta qué pasó con la banda: pero nadie sabe lo que pasaba dentro del estudio, estábamos los tres solos ensayando durante años. Hace tiempo vino Benito, hijo de Gustavo, y con Zeta le contamos algunas anécdotas de lo que sucedía”.Las inolvidables noches de concierto en el Estadio MonumentalEl resultado del trabajo duro es indiscutible: siete álbumes de estudio, cuatro en directo (uno a la mitad de la carrera, un acústico, uno más en la despedida de 1997 y otro en el regreso de 2007) y un lugar único en la historia del rock latinoamericano. De ese éxito, Charly comentó: “Nosotros nunca fuimos muy conscientes de lo que hacíamos. Entendíamos que éramos una banda grande, hasta la gira de 1997 sabíamos que era una banda que hacía cosas interesantes, pero no comprendíamos la magnitud ni lo que significaba. Quizá cuando en el 2007 decidimos volver tomamos un poco de consciencia de lo que era Soda Stereo. Puedo decir ya una confidencia: nuestro mánager de ese momento nos dijo que tenía que reservar el estadio de River, un estadio icónico de Argentina (el Monumental), ‘¿cuántas noches reservo?’. Con Gustavo dijimos que ‘dos está bien’. Terminamos haciendo seis, pudimos haber hecho ocho sold outs con 86 mil personas por noche. Era un desconocimiento entre lo que nosotros creíamos y la realidad”.Tras terminar la gira, Charly regresará a sus planes personales: la fundación R21, donde promociona el cuidado al medio ambiente (los planes de Gracias Totales son ser una gira que compensa su huella de carbono), además de planear el lanzamiento de un proyecto cervecero.