Un hombre de Nueva Zelanda jugó su primer torneo competitivo de Scrabble en español sin saber el idioma y se ha llevado el título mundial del juego de mesa en español a pesar de la barrera idiomática que le impidió conversar con sus rivales. Este hombre se llama Nigel Richards y es un jugador profesional que posee cinco títulos mundiales en inglés.Y, ahora, cuenta con el título mundial de Scrabble en español que fue realizado en el mes de noviembre en Granada, España, tras perder sólo una partida de 24. Nigel Richards no habla español, pero comenzó a memorizar la lista de palabras del Scrabble en español hace un año, sin embargo, el hombre ya había hecho esto antes, pero en otro idioma. En 2015, se convirtió en campeón mundial de Scrabble en francés, a pesar de no hablar francés, después de estudiar la lista de palabras durante nueve semanas. En 2018 volvió a ganar el título francés.Aunque se le ha reconocido como el mejor jugador de todos los tiempos en el circuito internacional Scrabble durante su carrera de tres décadas, la victoria de Nigel Richards en el idioma español fue notable incluso según sus propios estándares. Obligado a ajustar su juego para compensar los diferentes valores de las fichas en el Scrabble en inglés y español, también tuvo que lidiar con miles de palabras adicionales de siete, ocho y nueve letras en el idioma español, lo que exige una estrategia diferente.Nigel Richards fue en 2008 el primer jugador en tener simultáneamente los títulos mundiales de Estados Unidos y Reino Unido, a pesar de tener que "olvidar" 40 mil palabras en inglés que no aparecen en la lista de palabras del Scrabble estadounidense para triunfar en Estados Unidos. Sus victorias son legendarias en la comunidad de Scrabble y sus partidas son analizadas en videos de YouTube vistos por decenas de miles.El Scrabble no requiere que los jugadores conozcan las definiciones de las palabras, sólo qué combinaciones de letras están permitidas en la versión del juego de un país, pero los hablantes nativos tienen una gran ventaja. Su madre, Adrienne Fischer, mencionó a un periódico de Nueva Zelanda en 2010 que su hijo no destacó en inglés en la escuela, nunca asistió a la universidad y siguió una estrategia matemática del juego en lugar de una lingüística. GG