Cientos de seguidores de Taylor Swift se "unieron" para demandar la sede matriz de Ticketmaster en Los Ángeles luego de la desastrosa venta de boletos para "Eras Tour", el primer show que la intérprete de "Blank Space" daría tras pasar cinco años alejada de los escenarios.Anteriormente algunos fans estadounidenses se quejaron en redes sociales por la mala experiencia con la empresa, ya que por la alta demanda fueron excluidos de la venta general.Pese a que unos días después, Ticketmaster se disculpó públicamente tanto con Taylor como con los Swifties, parece ser que el "arrepentimiento" no funcionó.A través de un comunicado en Twitter, la empresa dijo: "Queremos disculparnos con Taylor y todos sus fanáticos, especialmente aquellos que tuvieron una experiencia terrible al tratar de comprar boletos. Sentimos que les debemos a todos compartir información para ayudar a explicar lo que sucedió".En el comunicado la empresa también culpó al esfuerzo de eliminar y diferenciar los bots de las personas reales.Ahora los fanáticos pretenden que Ticketmaster pague el precio por lo sucedido: De acuerdo con su versión, la empresa permitió que revendedores y bots arruinaran el esperado evento: muchos de ellos esperaron en la fila virtual sin tener éxito."TMZ" señaló que la empresa se encargaría de mandar un código a los fanáticos verificados un día antes para poder acceder a la preventa pero esto no ocurrió y en algunos casos no funcionó la clave.Por ello, Ticketmaster es acusado de engaño internacional debido a que "controla" el mercado primario de los eventos y el mercado secundario (revendedores), también los fans alegan que autorizaron la preventa al mercado secundario, ya que cobrarían un porcentaje por cada boleto vendido.Aunque la versión no ha sido confirmada, externaron que de no ser así, la compañía tampoco supo controlar la venta.Hasta el momento, la empresa no ha respondido por los señalamientos y la amenaza de una nueva demanda.JM