Todo principio de una banda de rock parte de tener sólo tres elementos: guitarra, bajo y batería, los cuales tiene la misión de transmitir su mensaje de forma ¡FUERTE y clara!, sí, fuerte en mayúscula pues una buena banda de rock debe de cimbrar a sus oyentes, que cada uno de quienes los escuchen hagan desplazar sus cabezas y que alguna de las extremidades del cuerpo acompañé el movimiento. Alessandro Costantini, Alessandro Ferri y Andrea Giometti cumplen a la perfección el parámetro. Los tres conforman 'Soviet Soviet'.El trío italiano se presentó el 16 de febrero en el C3 Rooftop en el marco de una edición más de la festividad 'Indica Nights', junto a ellos compartirían escenario los estadounidenses de Soft Kill - finalmente cancelarían a unas horas del banderazo inicial- y los costarricenses de Sway. Era noche destinada a sonidos post-punk, un género nacido a finales de los años setenta que vaticinó una evolución de la crudeza de punk de cepa. Empapado por las nuevas tecnologías, la música disco y sensaciones experimentales, este género cambió la crudeza por un agresividad más estilizada. Dotó de cierta sofistificación a quienes jugaban con esos ritmos y sentó las bases del rock alternativo. Sway fueron los encargados de iniciar la fiesta. Los cuatro jóvenes ticos mostraron actitud a pesar de su corta edad y contar solo con ep titulado 'Imágenes Violentas'.Cerca de 30 minutos duró su acto, en donde emanaron letras del género pero con la principal característica de estar en español, algo poco común, pero que se agradece, pues detonan una propia personalidad. La falta de 'Soft Kill' generaba algunas caras largas, por ello la misión de los italianos era mayor, sin embargo el descontento de esos cuantos desapareció casi al instante. El poder escénico de los europeos era a destacar. Andrea Giometti tomaba su bajo, se contorsionaba con él sin perder cada una de las pisadas de sus cuerdas. Recorría con euforia el pequeño escenario mientras recitaba las canciones como 'Endless Beauty', '1990' y 'Fairy Tale'. Por su parte, Costantini contrastaba con su compatriota pues éste denotaba un carácter mucho más autista, pocas veces levantaba el rostro y cuando lo hacía, lo encaraba con los ojos cerradas mientras rasgueaba con precisión su guitarra, mientras que Alessandro Ferri sacudía su batería sin perder detalle de sus compañeros, como no perdiendo detalle de su entrada y salida, no por algo el instrumento es la base de toda banda. Más melodías caía a la par del sudor y los cuerpos que bailaban mutuamente. Soviet Soviet proviene una escena emergente de Italia, una escena tan independiente que el 2017 le generó ser deportados de Seattle por ser 'inmigrantes ilegales', sin embargo esta noche quedó demostrado que no importa el idioma, no importa el lugar ni los contratiempos el amor por el post punk es atemporalmente global.
