La risa y la nostalgia no saben de fronteras ni de idiomas y para el espectáculo ruso, Slava’s Snow Show, no hay sentimiento que se detenga cuando hay en el escenario algo tan diminuto como un copo de nieve capaz de provocar lágrimas y carcajadas al mismo tiempo. El show que fundó Slava Polunin en 1993, regresa a Guadalajara por onceava ocasión para sorprender a aquellos que tendrán un primer acercamiento con el “clown” y también con quienes, a pesar de ya haber visto el show, retornan a las butacas para repetir esa tormenta de emociones que apuestan por la reconciliación, la esperanza, el amor y la búsqueda personal.Vanya, hijo de Slava, se ha convertido en un referente de este montaje escénico que recorre todo el mundo cada año llevando a sus payasos, sus nevadas y pelotas gigantes a cualquier foro dispuesto a disfrutar de una historia que se ha mantenido fiel a su discurso y que enamora por igual a los más pequeños del hogar y logra despertar esa ilusión de infancia a los adultos.“La audiencia en México es más emocional, el público mexicano sabe cómo celebrar. Mucha gente ya ha visto el show y regresa otra vez, han hecho de esto como un tipo de ritual, es una celebración especial. La experiencia y reacción en cada país es diferente, en Rusia son emocionales pero no son tan festivos, son más contenidos y melancólicos, quizá por el invierno porque así son; en Inglaterra es un público atento, más focalizado a los detalles del escenario, y en México más que buscar eso, se prefiere el movimiento, que estén entretenidos, son apasionados y responden de manera efusiva, es un público que responde”, detalla.Además, puntualiza que si algo ha caracterizado a Slava’s Snow Snow es el evitar las tentaciones de cambiar la historia de sus payasos y el entorno en el que se desenvuelven, pues más allá de la historia que se desarrolla en el escenario, el objetivo principal del espectáculo es causar un impacto sentimental en el espectador, que entre recuerdos y alegría se suman y se identifican sin querer con los protagonistas, un valor que no cualquier montaje artístico logra por tantos años.“Mi papá, más que crear un espectáculo que fuera lineal o con un estilo, buscó un show para trasmitir emociones. Cuando el público ya vio el show, regresa para revivir esas emociones que hay en el escenario. Sí hay una historia y han habido cambios mínimos, pero lo trascendental son los sentimientos que los artistas pueden reflejar en el público”.Slava’s Snow Snow en el Teatro Diana del 11 al 13 de julio a las 20:30 horas. Boletos: desde 450 a mil 100 pesos.
