La belleza siempre será un tema subjetivo dependiendo de la perspectiva desde la que se aborde, pero si algo tiene claro “Señorita 89”, la nueva serie de StarzPlay que llegó a la pantalla esta semana, es que las presiones sociales y económicas por alcanzar la perfección del cuerpo pueden causar destrozos emocionales y físicos entre quienes aspiran a la corona para ser la mujer más bella del universo.Ilse Salas, Bárbara López, Juan Manuel Bernal, Ximena Romo, Natasha Dupeyron, Coty Camacho y Leidi Gutiérrez, son quienes encabezan esta trama de ocho episodios y en exclusiva charlan con EL INFORMADOR sobre los retos de llevar a la ficción historias realistas que han develado banderas rojas sobre las vejaciones y humillaciones a las que son sometidas las reinas de belleza.“Señorita 89” -coproducida también por Fabula y Freemantle- narra el camino que las candidatas a Miss México experimentaron en el país a finales de los años 80.A través de un drama aderezado por el thriller, nos muestra cómo la líder del certamen “Concepción” (Ilse Salas) reúne a diversos expertos para preparar a jóvenes aspirantes que, más que soñar con la corona y el glamour, desean salir de sus entornos de pobreza y rezago familiar y social sin imaginar que su residencia en la finca “La Encantada” será su perdición.Emocionadas por la primicia inicial con la que fueron invitadas a protagonizar “Señorita 89”, bajo la dirección de Lucía Puenzo como showrunner del proyecto, las actrices Ilse Salas y Bárbara López, quien interpreta a “Dolores” (Miss Guerrero), destacan que el proyecto tiene la visión de explorar los claroscuros de los concursos de belleza: “No me gusta pensar en esta serie como un mensaje, porque más que ser una serie aleccionadora, es un proyecto que cuenta una historia muy interesante”, indica Bárbara López al coincidir con Ilse Salas, quien apunta que los temas abordados como las presiones físicas y el chantaje emocional, son bastante actuales: “A pesar de que la historia se desarrolla hace 30 años, hay temas muy vigentes que siguen siendo polémicos, que siguen siendo material de discusión con muchas cosas por resolver”.Un despertar emocionalXimena Romo forma parte de la médula espinal en la trama de “Señorita 89”; su personaje es “Elena”, quien consciente de los impactos positivos y negativos de los certámenes de la belleza, accede a la formación cultural y emocional de las jóvenes aspirantes sin imaginar las historias de dolor que aquejan a cada reina y el infierno que tendrá que vivir junto a ellas para salir bien librada de este concurso.“Era el tipo de historias que estaba buscando, no son las temáticas y personajes femeninos a los estoy acostumbrada a encontrarme en los proyectos. El hecho de que estuviera hecho por mujeres, abordando un tema tan universal como la belleza y la objetivización de las mujeres, eso fue lo que me atrapó”, comenta Ximena Romo al resaltar las particularidades de su personaje.“Sé que hubo investigación, pero la serie es una imaginación, sobre lo que conjeturamos que posiblemente pasa detrás, basándonos seguramente en lo que han dicho”, indica Ximena Romo compartiendo su visión con Juan Manuel Bernal, quien siendo “Raúl”, uno de los principales impulsores del certamen en la trama, detalla que esta historia puede verse reflejada en las experiencias que han tenido diferentes países entorno a la industria de la belleza.“Es una serie con personas que son de diferentes países; está Argentina, Chile, Colombia y México, la serie es una ficción detrás de cámaras de una Señorita Colombia o Chile. Los acontecimientos no sabemos si están basados en hechos reales o ficcionados, pero estoy seguro que están muy cerca de la realidad”.Ximena Romo resalta que “Elena” tiene un toque valiente e investigador, pero también destaca la ingenuidad que la caracteriza al toparse con las entrañas comerciales de la belleza: “Conforme la vayamos conociendo más en la historia, nos vamos a dar cuenta que también no tiene mucho poder como ella cree en un lugar como ‘La Encantada’”.En medio del abismoLas actrices Natasha Dupeyrón (“Isabel”/Miss Yucatán), Coty Camacho (“Ángeles”/Miss Oaxaca) y Leidi Gutiérrez (“Jocelyn”/Miss Chihuahua) son quienes dan forma a los conflictos que progresivamente enfrentan las aspirantes a “Señorita 89”, siendo estos personajes quienes reflejarán los ideales de las mujeres que buscan complacer ciegamente a los estándares de belleza sin importar que en el camino su estabilidad física y mental sea destruida.“No hay personas ni buenas ni malas sólo son personas a las que les suceden cosas y cada una de ellas no toma decisiones acertadas, pero son decisiones que son orilladas. Cada quien quiere salvar su pellejo, sobrevivir, salir adelante y cumplir sus metas, no deberíamos juzgar a estas mujeres, más bien deberíamos juzgar a la sociedad que nos orilla a hacer estas cosas”, indica Leidi Gutiérrez.Natasha Dupeyrón reflexiona sobre si fuera de la ficción, los concursos de belleza han aportado crecimiento al país; principalmente, al desarrollo y liberación de la mujer, señalando que son nulos los beneficios que esta industria ha generado en pro del desarrollo femenino.“Creo que lo único que ha aportado es mujeres inseguras, lo único que ha promovido es más violencia, más machismo”, indica Dupeyron respecto a la visión que Coty Camacho también tiene sobre los impactos de la industria de la belleza.“Uno de los mensajes -de la serie- es mostrar estos problemas sociales que se tienen que resolver, todavía nos faltan muchas cosas por solucionar, no estamos en el año 1989, pero estamos actuando como si estuviéramos en el año 1989. Nos falta mucho camino por recorrer, hay que empezar a aportar”.